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Una carretera oscura, con arcenes estrechos, mucho tráfico y escaleras a ninguna parte. La N-634 a su paso por el barrio Kalezar de Usurbil ... se cobró la vida este pasado lunes de un hombre de 76 años , que murió tras ser arrollado por un vehículo. La Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer las causas del suceso tanto por las circunstancias como por la hora del suceso, ya que la víctima se encontraba tendida en la calzada y fue atropellada por dos turismos.
La noticia ha sobrecogido a los trabajadores del polígono industrial Ugaldea, paralelo a la carretera, por tratarse del segundo atropello mortal ocurrido en esta vía en cuestión de dos meses, pero las personas consultadas coinciden en que «no es de extrañar. Es una carretera por la que cruza mucha gente».
Se trata de una recta de unos 650 metros antes de la salida a Usurbil, con constante paso de vehículos, particularmente camiones; con unas pocas viviendas a su derecha, el polígono industrial a su izquierda y un único paso de cebra a la altura de la parada de autobús. «Es una carretera muy peligrosa y la gente se la juega, porque desde aquí hay tres minutos andando al pueblo, cinco si vas a la zona centro», explica Marta, quien comenta que suele ser una opción utilizada por trabajadores del propio polígono, como por usurbildarras que llegan andando desde Zubieta.
Esta mujer trabaja en una de las empresas que hay frente a unas escaleras empinadas que permiten acceder al vial. Pero una vez arriba, el paso de cebra es inexistente. «Lo que suele hacer la gente es subir las escaleras, andar unos cinco o diez metros por el arcén de la izquierda y cruzar al otro lado, cuando empieza una acera muy estrecha», explica. Pero no es el único tramo de escaleras que permiten llegar a la N-634 sin encontrar un paso habilitado para peatones. A la altura del punto kilométrico 3, otro tramo de escaleras permite acceder a la zona alta de viviendas, si bien una vez arriba, una barandilla dificulta el paso. «Aunque quien quiera bajar, puede hacerlo, pero luego tendrá que caminar por un arcén muy muy estrecho», de apenas dos palmos en el lado derecho, y medio metro en el izquierdo, comentan unos operarios que trabajan en la zona.
Y la peligrosidad de este punto, apuntan varios repartidores consultados, «por la noche es mucho peor». A la falta de iluminación, se le une que la carretera dibuja una pequeña curva, y que la limitación de la velocidad a 70 kilómetros por hora «pocas veces se cumple», indican.
Mientras, la investigación sigue abierta para esclarecer las causas de este trágico suceso. Según informaron desde el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, la persona quedó atrapada en los bajos del vehículo y las patrullas de bomberos, ertzaintza y personal sanitario, que acudieron hasta el lugar, nada pudieron hacer para salvar la vida del varón. Los hechos ocurrieron alrededor de las once de la noche de este pasado lunes, en la N-634 a su paso por Usurbil. Los Servicios de Emergencia fueron alertados por un ciudadano de la presencia de una persona tendida en la calzada, la cual posteriormente fue atropellada por dos vehículos. Una vez conocido el suceso, recursos de Ertzaintza, bomberos y personal sanitario se trasladaron al lugar para asistir a la víctima, no obstante, únicamente se pudo certificar su fallecimiento.
La historia parece que se repite. Este arrollamiento mortal se produce apenas dos meses después de que ese mismo punto de la vía, en el barrio Kalezar, registrara otro atropello luctuoso en plena noche. En aquella ocasión, en la madrugada del 8 de octubre, el joven Julen, de 20 años, sufrió un atropello en dicha recta. El chico, después de un mes en coma, falleció el pasado 9 de noviembre, provocando una gran consternación en la localidad.
Ambos atropellos, por tanto, se han producido bien entrada la noche en la misma recta de la N-634 a su paso por Usurbil, en una zona en la que está limitada la velocidad a 40 kilómetros por hora y con señales que avisan de la posible presencia de peatones en la vía, con pasos de cebra también por la existencia de paradas de autobus. Así las cosas, después de estas últimas tragedias, podría abrirse el estudio de una mejora de la seguridad para peatones y conductores en la zona. Según afirmó ayer la portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Irune Berasaluze, se realizará «un esfuerzo» por mejorar la seguridad de conductores y peatones en los puntos con mayor siniestralidad.
Y es que el fallecimiento del varón de 76 años en Usurbil se suma a la preocupante lista de muertes en carretera este año en Gipuzkoa. En total la lista ya suma 28 víctimas mortales, con un último mes especialmente luctuoso con diez fallecimientos en accidentes o atropellos.
La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Irune Berasaluze, aseguró ayer que el gobierno foral adoptará todas las medidas que le correspondan para «dotar de más seguridad, tanto para vehículos como para viandantes, a las carreteras» del territorio. «Se están produciendo demasiados accidentes en las carreteras de Gipuzkoa en los últimos años», admitió, si bien señaló que no cree que se deba «al déficit de mantenimiento». En cualquier caso, apuntó que «se prestará especial atención a los puntos más negros» de las carreteras de competencia foral. No es el caso del tramo donde se produjo el incidente del lunes, que según puntualizó ayer la Diputación, es de competencia municipal, no foral.
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