Síntomas: Cómo saber si eres víctima de sumisión química

La sumisión química se define como la administración de una sustancia con efectos psicoactivos a una persona sin su consentimiento ni conocimiento con el objetivo de modificar su estado de conciencia y anular su voluntad (en la mayoría de los casos, alcohol). En los últimos meses está creciendo el número de denuncias por este tipo de delitos ya que en dicho estado de sumisión la persona agredida puede ser objeto de cualquier tipo de violencia o robo. Según los expertos, los casos se dan en su mayoría en mujeres menores de 30 años.

En la guía informativa para adolescentes y jóvenes elaborada por el doctor E. López Hidalgo, médico forense de la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género del Instituto de Medina Legal y Ciencias Forenses de Málaga se añaden más consejos:

El autor del informe señala que «no existe la droga de los violadores» sino que en su Instituto de Medina Legal se han hallado hasta más de 50 sustancias diferentes utilizadas para lograr la sumisión química y advierte que la que más está implicada es el alcohol.

Así, en esta guía se recopilan las sustancias más utilizadas por los agresores para actuar «sobre el sistema nervioso central». Todas ellas son «depresoras y producen disminución del nivel de consciencia y sedación». Las más habituales son bebidas alcohólicas (ron, vodka, cerveza o vino), medicamentos utizados para dormir y para la ansiedad y en tercer lugar, drogas como el cannabis, cocaína y éxtasis.

La guía añade un listado de síntomas posibles ante los que estar alerta.

Sobre estos posibles síntomas, la guía para detectar una posible sumisión química remarca que «puedes notar todos estos síntomas y también otros, pero lo más importante es que tú sabes que ha pasado algo pero no puedes pensar con claridad».