![Vandalismo en Bilbao y Logroño en las últimas horas, y algunas incidencias en Gipuzkoa](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202010/31/media/cortadas/disturbios2-k0AI-U120636027002hDB-1248x770@Diario%20Vasco.jpg)
![Vandalismo en Bilbao y Logroño en las últimas horas, y algunas incidencias en Gipuzkoa](https://s1.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202010/31/media/cortadas/disturbios2-k0AI-U120636027002hDB-1248x770@Diario%20Vasco.jpg)
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a. gil | j.j. hernández
Sábado, 31 de octubre 2020
La oleada de violencia desatada por grupos contrarios a las restricciones impuestas contra la expansión del coronavirus impactó ayer de lleno en Logroño y de nuevo, aunque con menor virulencia que el jueves pasado, en Bilbao. La capital riojana se convirtió durante ... casi dos horas en un campo de batalla, con enfrentamientos entre los radicales y la Policía, cuantiosos destrozos en el mobiliario urbano y actos de pillaje que se zanjaron con al menos seis detenidos, numerosas identificaciones y siete policías heridos.
En Gipuzkoa, por su parte, también se han registrado actos de vandalismo. En Donostia, Arrasate y Eibar han quemado conetenedores durante la noche, según informó la Ertzaintza.
Los altercados de Bilbao tuvieron su origen en una concentración convocada en El Espolón a las ocho de la tarde a través de las redes sociales supuestamente para apoyar a la hostelería y a los autónomos. Todo hacía presumir que sería una protesta similar a la que se desarrolló el jueves aprovechando el paso de La Vuelta a España, pero la situación degeneró rápidamente. La pretendida manifestación pacífica apenas duró unos minutos.
De repente, cientos de jóvenes comenzaron a arrojar latas de cerveza, petardos y cohetes a las dotaciones de la Policía Nacional que custodiaban la sede de la Delegación de Gobierno. A pesar de varias cargas policiales, primero con el lanzamiento de pelotas de goma al aire y luego a los manifestantes, los agentes no pudieron disolver a un amplio grupo de manifestantes agresivos y muy jóvenes, que la tomaron con la arboleda y contra los murales de una exposición fotográfica, que utilizaron a modo de barricadas.
Algunos hosteleros y autónomos que habían participado en la manifestación se apartaron a la acera para contemplar el dantesco espectáculo, que iba creciendo progresivamente en violencia con el lanzamiento de adoquines arrancados del pavimento y nuevas cargas de la Policía. Mientras, varios centenares de jóvenes arrancaban árboles, volcaban e incendiaban contenedores e incluso rompían escaparates y robaban en el interior de algunos establecimientos. De un comercio textil se llevaron la caja registradora y gran cantidad de género.
Varias furgonetas de Policía se adentraron en El Espolón y los manifestantes se diseminaron por Vara de Rey, por la plaza de La Paz y por las calles peatonales de Calvo Sotelo y Doctores Castroviejo: «¡Eso no, eso no..., esta manifestación no era para esto», gritaban desde algunos de los grupos de adolescentes más activos a quienes aprovechaban los altercados para saquear comercios.
Uno de los puntos más afectados por los disturbios fue, precisamente, la calle Doctores Castroviejo, que sufrió importantes destrozos. Los alborotadores se enfrentaron con los vecinos que desde sus balcones les pedían que no destrozasen el mobiliario, e incluso llegaron a lanzarles piedras.
La Delegación del Gobierno responsabilizó de los graves altercados a «unos 150 radicales» que habían irrumpido en la concentración de unos 400 hosteleros en defensa de sus interesas, a los que exculpó por completo de los ocurrido. El propio sector emitió anoche mismo un comunicado en el que manifiesta su «repulsa» por unos disturbios que la presidenta de La Rioja, Concha Anfreu, calificó de «intolerables».
Y no fueron los únicos registrados en su comunidad. En la ciudad de Haro comenzaba sobre las 19.00 horas una actividad de Halloween organizada por el Ayuntamiento y el Consejo de la Juventud local en la plaza de la Paz para jóvenes a partir de 14 años. A los pocos minutos, una treintena de adolescentes irrumpió desde la calle Santo Tomás, en la Herradura, con gritos en contra de las restricciones, algunos de ellos sin mascarilla, mientras lanzaban petardos y se quemaba algún contenedor en los aledaños.
Hasta la céntrica plaza, y ante el aumento de la tensión provocada, llegaron efectivos de la Guardia Civil, principalmente de localidades cercanas, como Logroño y Casalarreina. Tras más una hora de calma tensa y diálogo con el grupo causante de los disturbios, muchos de ellos de municipios próximos a Haro y de fuera de la región, el tumulto se fue disolviendo. Según informó la Policía Local, no se produjeron detenciones pero sí se identificó a diez jóvenes, todos ellos de Haro.
Euskadi tampoco se libró ayer de los incidentes, aunque no de la entidad de los que se produjeron en Bilbao la noche del pasado jueves a cargo de grupos antisistema y delincuentes. De hecho, los seis detenidos por dichos altercados tenían antecedentes previos por tráfico de drogas y violencia de género o por saltarse el confinamiento y no llevar mascarilla. Además de los desórdenes registrados en Vitoria, en Bilbao también ocurrieron conatos violentos que fueron rápidamente reprimidos por la Ertzaintza.
Al contrario de lo ocurrido el jueves, cuando la deriva de la concentración sorprendió a la Policía vasca, ayer tenía listo un amplio dispositivo de respuesta. La cita era de nuevo a las 21.30 horas en la plaza Indautxu, convocada por grupos antisistema a través de las redes sociales para protestar contra el toque de queda y el estado de alarma. Esta vez no hubo pancartas y tampoco concentración, ya que lo impidió el fuerte despliegue policial.
No obstante, los disturbios no tardaron en llegar. Medio centenar de jóvenes quemaron al menos un contenedor en la calle Alameda Urquijo y volcaron otra decena de ellos a lo largo de la calle Licenciado Poza, perseguidos por efectivos de la Ertzaintza y de la Policía Municipal. En su recorrido, los vándalos fueron increpados por los ciudadanos. «Sinvergüenzas, niñatos, iros a vuestra puta casa», les decían algunos. «¡Detenedlos, detenedlos, son aquellos!», advertían otros a los agentes.
Los altercados se trasladaron después hasta la Gran Vía bilbaína, donde pocos minutos antes del toque de queda, a la once de la noche, el grupo de alborotadores se disolvió. La Ertzaintza detuvo al menos a cuatro personas por su participación en las algaradas, según informó el Departamento vasco de Seguridad. A uno de ellos, por lanzar bengalas contra los agentes. Asimismo, una veintena de jóvenes fueron identificados en las inmediaciones de El Corte Inglés.
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