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Jorge Murcia
Lunes, 14 de abril 2025, 09:56
A la hora de gestionar la herencia de un patrimonio es conveniente explorar todas las vías que la legislación contempla para evitar que Hacienda se quede con un importante trozo de la tarta. Es lo que ha hecho una anciana francesa, llamada Louise, que se ha ahorrado para ella y su familia medio millón de euros en impuestos.
Según explica el medio francés 'Figaro Immobilier', esta parisina de 92 años decidió, en junio de 2024, preparar ordenadamente su sucesión. Viuda desde hacía 10 años, era propietaria de dos pólizas de seguro de vida y de un apartamento de 120 cuadrados en el distrito 15 de París valorado en 1,4 millones de euros.
El problema es que, para mantener el control sobre la vivienda, la mujer era reacia a efectuar una donación en vida. Por eso, un notario, Antoine de Ravel d'Esclapon, le sugirió seguir una estrategia con la que ahorrarse miles de euros en el impuesto de sucesión francés.
La idea consistía en nombrar en el testamento a su hija Marie, de 63 años, legataria universal, pese a que era su única heredera natural. Esta figura jurídica permite aceptar la herencia de forma parcial. Así, se limitaba el alcance de la transmisión, y parte del patrimonio pasaba directamente a los hijos de Marie (los nietos de Louise), Antoine y Jade, de 32 y 30 años respectivamente.
De esta forma, el legatario recibe únicamente una parte de la herencia. Posteriormente, los herederos percibirán el resto. Además de los bienes, se consigue así repartir también el impacto fiscal, puesto que la base imponible se reparte entre tres contribuyentes.
Además, el tipo marginal impositivo vigente en Francia se reduce del 40% inicial al 20%. Y en tercer lugar, permite distribuir el impuesto entre varias generaciones y evita una segunda tributación futura sobre el mismo patrimonio cuando Marie transmitiera el piso a sus hijos.
La estrategia también contemplaba dividir el inmueble en usufructo -permite a quien no es propietario el uso y disfrute de un bien- y nuda propiedad. Esto significa que, cuando fallezca su madre, Marie heredará el usufructo del piso, valorado en un 40% del total. Así, sólo tributará por 560.000 euros y pagará 90.194 euros en impuestos.
El resto (la nuda propiedad, el 60% del valor) pasará directamente a Jade y Antoine, que tendrán que pagar 81.833 euros cada uno. Y el día que fallezca su madre se convertirán automáticamente en propietarios plenos sin tener que pagar el impuesto de sucesiones.
De esta forma la familia pagará 253.861 euros en impuestos, frente a los 762.678 que habrían de abonar si no se hubiera aplicado esta estrategia fiscal. Por tanto, el ahorro ha sido de 508.818 euros.
«Es una manera inteligente de preservar el patrimonio familiar y al mismo tiempo limitar la evaporación de impuestos, sobre todo si el bien, o lo que se convertirá en él, aumenta de valor», dice el notario, doctor en derecho y autor de un libro dedicado a la optimización de activos, titulado 'El patrimonio'.
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