M. S.
San Sebastián
Miércoles, 5 de febrero 2025, 07:43
El invierno es un buen momento para visitar la increíble playa asturiana de Gulpiyuri, a la que los vascones le pusieron nombre y que ahora, sin multitudes, es ideal para realizar una escapada de fin de semana y visitar el curioso arenal, que se encuentra en la localidad asturiana de Llanes a 2 horas y 57 minutos en coche desde San Sebastián.
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Hasta hace no demasiado tiempo era un sitio poco conocido, pero desde la época de la pandemia del Covid-19 y gracias a las redes sociales, ya es un sitio que los turistas suelen visitar con frecuencia. Si bien, muchos aconsejan no acercarse en verano. Es ahora en invierno, cuando se alejan las multitudes, el momento idóneo para darse una vuelta por la playa de Gulpiyuri, un bonito y extraño capricho natural que se encuentra en Llanes, junto a la localidad de Naves, y que desde 2001 tiene categoría de Monumento Natural.
Llegar a Gulpiyuri es fácil conduciendo por la autovía del Cantábrico en dirección a Oviedo, a unos diez kilómetros después de pasar Llanes, hay que tomar la salida a Naves. Justo antes de llegar a la rotonda, una pista se abre a la derecha. El camino baja unos metros en una pendiente pronunciada y se llega a un lugar donde se puede aparcar. Luego, un sendero en dirección a la costa va acercándonos hasta que, tras cinco minutos de caminata tranquila, Gulpiyuri aparece casi por sorpresa bajo los pies del visitante.
La playa de Gulpiyuri es bastante especial, ya que no se encuentra mirando al mar, sino que está en medio de campo, rodeada de tierra pues el mar fue creando poco a poco una cueva, debido a la composición de la roca caliza que hay en el lugar. Con el tiempo, dicha cueva se hundió, dejando este hueco y permitiendo el paso del agua en la zona del hundimiento. Esta peculiaridad hace que continúe habiendo agua en esta pequeña y curiosa playa.
En cuanto al origen del nombre, hay dos versiones de su origen. El primero es que su origen etimológico proviene del astur, cuyo significado es 'círculo de agua'. Y el segundo, es que, según una leyenda, los romanos al llegar a la península le pusieron el nombre de 'Yuris' a un ser mitológico que habitaba la zona y después, el nombre de Gulpiyuri fue puesto por sus vecinos los antiguos vascones, que le pusieron de nombre a la playa porque allí tenía su hogar este ser al que llamaban 'Gulpiyuri', o 'el sorbo de Yuri'.
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Gulpiyuri se encuentra tierra a dentro, a escasos 100 metros del mar, tiene unos cuarenta metros de longitud y forma de semicírculo. A veces, con marea baja, el agua desaparece. Y en otras ocasiones, con mareas vivas, el mar la inunda y llega hasta la hierba. Estando allí también es muy recomendable caminar por los acantilados próximos, que se asoman al Cantábrico.
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