«En verano es imposible estar con la ventana abierta por el ruido de los aviones»

También en este barrio de Leioa vive Fernando González. «A mí mujer le despiertan los aviones casi todos los días. Yo, afortunadamente, duermo más profundo, pero es verdad que es algo que preocupa al vecindario. Se habla sobre este tema con relativa frecuencia», cuenta. Fernando, además, llama la atención sobre otro foco de ruido que podría llegar a la zona y que, a su juicio, aumentará la presión acústica de un entorno que ya soporta la trayectoria de los vuelos que salen de Loiu y la cercana carretera de La Avanzada. «El subfluvial que quiere construir la Diputación y los viales asociados que irán en superficie supondrán una emisiones que sobrepasarán con mucho el límite de lo razonable», advierte. Se teme un efecto acumulativo y sinérgico entre estas fuentes de ruido.

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En Algorta, el malestar es también evidente entre algunos vecinos. «Estás hablando con alguien y ya, instintivamente, te callas unos segundos, hasta que pasa el avión, porque sabes que no te va a entender», asegura Javier Alonso, que reside cerca del Puerto Viejo. «Es un tema que estamos percibiendo que va a más y que cada día preocupa más a la gente que vive cerca de mí porque resulta muy inquietante».