Intercambio de mensajes entre vecinos: «Comenta mi fogosidad, que tengo una relación abierta»

Dormir a pierna suelta no siempre resulta satisfactorio, y menos aún si algún vecino se dedica a interrumpir ese sueño superficial a altas horas de la madrugada a base de excesivas muestras de cariño y una frenética actividad sentimental. Esta es precisamente la pesadilla que al parecer tuvo que soportar día sí y día también el propietario de un inmueble, tal y como se denuncia en la cuenta de Líos de Vecinos de X (antigua Twitter). No se sabe a ciencia cierta dónde reside el desafortunado vecino, pero lo cierto es que su paciencia llegó hasta un punto tan extremo que optó por hacer público un mensaje lleno de ironía y humor. Eso sí, bien visible para la comunidad y todo un aviso a navegantes que velaba por el preciado descanso nocturno.

«Para los vecinos que han tenido la suerte de hacer gimnasia de pareja hoy a las 3.30 de la madrugada…», comenzaba la nota del vecino afectado, antes de pasar a enumerar una serie de recomendaciones y puntos de interés a tener en cuenta. Por ello, tras mandarle ánimos («Estaréis agotados hoy en el curro, que os sea leve»), hacía hincapié en el frenesí mostrado en plena noche («¡Menudo ritmo! ¡Qué nivel») y les aconsejaba incluso cambiar la disposición del mobiliario («Deberíais separar los muebles de las paredes, si no queréis tener que terminar pintando la casa»).

No contento con ello, el vecino afectado también adjuntaba un caramelo para la garganta porque «por lo que se escuchaba, seguro la tenéis un poco resentida». Más empatía, imposible. La nota tocaba a su fin con un mensaje que brindaba por el afecto y la pasión («¡Qué viva el amor!»), pero con una petición expresa (y contundente): «El resto de vecinos viviríamos mejor si fuera en silencio».

La original súplica del molesto vecino dio mucho que hablar entre los sufridos propietarios, pero no más que la respuesta del afortunado aludido, quien no dudó en coger el guante y responder de una forma igual de sarcástica. Y, además, con mucho estilo. «Querido vecino, muchas gracias por tu escrito. Sobre todo por el segundo punto, me ha subido mucho el ego. Hace mucho que no me hacían sentir así», agradecía con ironía y sin sentir lo más mínimo las molestias causadas.

Es más, la falta de vergüenza le llevó a solicitar incluso que el afectado extendiera el rumor más allá del contexto del portal, más que nada por abrir un poco más el abanico de posibilidades amatorias. «Se lo puedes comentar a quien quieras, a ser posible del sexo femenino (aún no cierro puertas a nada), porque tengo una relación abierta…También siento las horas, pero empecé a las once y se me fue de las manos», añadía sin pudor.

Eso sí, ante previsibles futuras quejas, el jovial vecino 'amenazaba' con volver a la faena muy pronto, de ahí que les planteaba como único remedio… taparse los oídos. «Como entiendo tu malestar, aquí te dejo unos tapones para los oídos, ¡que mañana he vuelto a quedar! Estoy contigo, que viva el amor. Gracias por el caramelo. Firmado uno que no muerde la almohada y por eso grita», se justificaba.