«Defendemos el comercio local con una visión contemporánea»

Noventa Grados crece con un segundo establecimiento. ¿Qué les ha llevado a dar este paso? ¿Por qué han elegido la calle Loiola?

Estamos en un momento fantástico como compañía, no solo por los buenos resultados en ventas, sino también por contar con un equipo excepcional en todas las áreas: administración, comunicación, ventas… Seguimos con la misma ilusión, pasión, entusiasmo e inquietud que cuando empezamos. Contamos con un espacio privilegiado en el corazón de la Parte Vieja y ahora sumamos una ubicación inmejorable en pleno centro de la ciudad. Nuestra apuesta es clara: mantener nuestra identidad, ofrecer una experiencia sensorial y aportar una propuesta contemporánea a la ciudad. Noventa Grados es un negocio que puede estar en cualquier parte del mundo, pero que tiene su alma aquí, en Donostia.

Entre ambos locales hay apenas 500 metros de distancia, ¿en qué se diferencian?

En el local original de la calle Mayor, 3 hemos logrado fidelizar a nuestra clientela donostiarra, además de convertirnos en un punto estratégico para los turistas que visitan la ciudad. El nuevo local en la calle Loiola, 3, aunque está a solo 500 metros, nos permitirá conectar con un público diferente gracias a su ubicación. Pensamos que muchas personas que van a la Parte Vieja lo hacen más con la intención de disfrutar de los pintxos que de ir de compras, y con esta apertura buscamos ampliar nuestro alcance y llegar a un público aún más amplio.

Las instalaciones la calle Mayor son espectaculares. ¿Cómo es a nivel de diseño y espacio la nueva tienda?

Noventa Grados de la calle Mayor, 3 es un espacio de 400 m² con grandes cristaleras que nos permiten conectar con el exterior, logrando que todo lo que ocurre dentro sea visible y accesible, eliminando barreras arquitectónicas. Loiola, 3 es una pequeña joya, una caja de bombones con un gran escaparate que invita a entrar y descubrir el interior. Xavier Rovira y yo, Marcial Muñoz, nos hemos encargado del diseño y concepto del nuevo espacio. Este local destaca por la unión de artesanos y oficios con artistas diferentes, creando una comunidad que fusiona la tradición y la artesanía con la modernidad.

¿Qué esperan de esta nueva aventura?

Defender el comercio local con una visión contemporánea, reforzando nuestra identidad propia en un ambiente onírico y ofreciendo una experiencia de compra única.

Noventa Grados es una 'concept store' asentada en San Sebastián. Para quien no la conozca, ¿qué podemos encontrar en ella?

En Noventa Grados ofrecemos una selección cuidada de joyería, ropa, complementos, zapatos, gafas, arte y fotografía, creando un universo mágico y onírico. Nos dirigimos a un público diverso de todas las edades y culturas, invitando a todos a experimentar un viaje único y diferente.

Han pasado casi 20 años desde su fundación. ¿Cómo ha evolucionado en este tiempo?

Hemos evolucionado manteniendo nuestros orígenes y siendo fieles a nuestra idea inicial. A lo largo de casi 20 años, Noventa Grados ha sabido adaptarse y seguir vivo, manteniendo su identidad propia y frescura en todo momento.

En su oferta de moda, ¿con qué tipo de firmas/marcas trabajan?

Trabajamos con una selección diversa de marcas internacionales, y cada vez estamos dando más protagonismo a marcas nacionales que están emergiendo con fuerza. Apostamos por un número significativo de marcas nacionales, destacando su talento y calidad, y buscamos descubrir nuevas propuestas y talentos locales.

Tanta variedad de servicios/productos requiere de un equipo multidisciplinar. ¿Cómo son los profesionales de Noventa Grados?

En Noventa Grados somos como una 'Torre de Babel', un equipo diverso y entusiasta con profesionales de diferentes nacionalidades y un fuerte componente euskaldun. Cada miembro está seleccionado para ofrecer una experiencia única y adaptada a todas las culturas, manteniendo siempre nuestras raíces locales.

¿Cómo es su clientela? ¿Cómo ha recibido la noticia?

La apertura de Loiola, 3 ha coincidido con el recibimiento del premio al Comercio Donostiarra del Año, y hemos sentido el apoyo y la emoción de nuestra clientela. Sienten que seguimos vivos y que nuestra evolución continúa. Al abrir la nueva tienda, percibimos su apoyo y entusiasmo por seguir apostando por la ciudad.