La Diabla Taquería se reinventa en Benta Berri

Donostia es una ciudad que cuenta con una riqueza gastronómica inigualable. Dentro de su territorio se pueden encontrar restaurantes de todo tipo, desde los que han sido galardonados con estrellas Michelin, hasta locales especializados en elaboraciones internacionales. La capital guipuzcoana guarda auténticas joyas entres sus calles, muchas de las cuales aún están por descubrir por la mayoría de los donostiarras. Un claro ejemplo de ello es, sin duda, La Diabla Taquería, un local centrado en elaboraciones mexicanas ubicado en Benta Berri.

Uno de los dueños es Pablo Riu, que explica que «La Diabla Taquería es un negocio de comida mexicana con recetas tradicionales de gran calidad elaboradas de forma artesanal poniendo énfasis en ingredientes de calidad y una elaboración minuciosa de las especias», un proyecto «que llevamos desarrollando desde hace tres años», revela.

«Anteriormente estábamos en un pequeño local de la calle Zabaleta enfocado en la comida a domicilio y take away, que abrimos en el final de la pandemia», recuerda. Fue allí donde pudieron labrarse un buen nombre. No obstante, «tuvimos mucha demanda y con el tiempo el local se nos quedó pequeño. Los clientes nos demandaban cada vez más poder disfrutar de la comida sentados y con espacio para poder completar la experiencia», algo que el anterior establecimiento no les permitía.

Así, «a mediados de julio abrimos la nueva taquería en el barrio de Benta Berri», asumiendo que era «una apuesta arriesgada», admite. Sin embargo, «el barrio nos ha respondido muy bien, estamos muy agradecidos», añade.

Para los que no lo sepan, la gastronomía mexicana es una de las más ricas y diversas que se pueden encontrar en el mundo. Así, «contamos con varios tipos de tacos clásicos, burritos y la especialidad, que son las quesadillas», cuenta Pablo Riu sobre su negocio. Además, «utilizamos técnicas actuales como la cocción a baja temperatura aplicada a recetas tradicionales», sostiene.

Eso sí, como en todo restaurante, son las novedades las que marcan la diferencia. Es por eso que «desde este año hemos incorporado las tostadas típicas de las marisquerías sinaloenses», una preparación que cuenta con «una base crujiente de maíz con aguacate» y que son rellenadas con diferentes recetas «como las de cochinita pibil, langostino y pulpo o atún rojo salvaje marinado en salsa marisquera», describe. Por lo demás, «las salsas que elaboramos son recetas propias que hemos desarrollado con mucho mimo».

Unido a eso, «tenemos varias opciones veganas y vegetarianas, para que también ese público pueda disfrutar de la explosión de sabores y no se queden fuera», ensalza. Porque «somos conscientes del aumento de clientes que no quieren comer proteína animal y vemos necesario que haya una oferta de calidad para nuestros clientes que no comen carne, no solo el típico taco de lechuga. En el futuro vamos a aumentar nuestras opciones veganas y vegetarianas», avanza.

No obstante, su carta no solo se limita a comida, «también tenemos una oferta de bebidas muy interesante, como las margaritas de sabores clásicos o de frutas tropicales como el mango o el maracuyá». Unido a eso, «también tenemos micheladas, cervezas mexicanas y refrescos del país azteca, además de vinos locales y cerveza de grifo», cuenta.

Lo que sí tienen claro es que «las quesadillas y los tacos al pastor son nuestras especialidades, es lo que más nos demandan», dice Pablo Riu.

El local en el que ha reabierto La Diabla Taquería es más grande si lo comparamos con el que tenían en la calle Zabaleta. Ahora «contamos con un comedor cerrado y una barra con una decoración muy atractiva, con mucha personalidad y que refleja nuestro estilo. También contamos con una terraza muy amplia que da a una plaza interior muy bonita, ideal para ir con niños, en familia o con una mascota a disfrutar de unos buenos tacos», describe uno de los socios.

Eso sí, no es obligatorio consumir sus productos en el mismo local, puesto que también «trabajamos con Glovo» al mismo tiempo que «la gente nos llama para encargar la comida y recogerla en el local». También se puede entrar y pedirla para llevar ahí mismo.

Por último, Pablo Riu nunca olvidará los orígenes de La Diabla Taquería. «En el futuro nos gustaría abrir un nuevo local en el barrio de Gros, ya que mucha gente nos comenta que nos echa en falta desde que nos fuimos. Esperamos poder volver pronto», lanza.