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Miguel Matarranz posa en el interior de la tienda de San Sebastián, ubicada en la calle San Marcial.
«Donostia tiene una cultura que aprecia lo bueno»
Matarranz 1911

«Donostia tiene una cultura que aprecia lo bueno»

Miguel Matarranz, cuarta generación familiar, explica los motivos por los que esta centenaria sastrería del hogar aterriza en la capital guipuzcoana

Miércoles, 4 de diciembre 2024

Cada palabra que sale de su boca tiene poso. Es puro conocimiento, el que se nota que ha ido transmitiéndose de unas generaciones a otras. Miguel Matarranz, cuarta generación familiar, es el actual director de una firma con mucha historia, Matarranz, que llega a San Sebastián con el convencimiento de que es la mejor ubicación posible para proyectar su manera de entender la sastrería de hogar.

Son más de 100 años de Matarranz, fundada allá por 1911. ¿Cómo se alcanza semejante cifra?

Creando productos adaptados por y para el cliente. Lo que intentamos es que sea él quien decida cómo quiere las cosas. En un mundo en el que todo parece dirigido, nuestro valor diferencial radica en dejar a quienes se acercan a nuestra tienda decidir la calidad que buscan entre más de 15 opciones, además de colores, acabados, medidas… y todo ello en un plazo de 15 días. Nuestro objetivo es claro: que compremos menos, pero que compremos mejor. Una apuesta por la compra sostenible porque nuestros productos tienen un tiempo de vida muy largo.

Llevan más de un siglo instalados en Madrid. ¿Por qué esta apertura a San Sebastián?

Esto tiene una explicación que arranca en 2019, cuando hicimos la última gran transformación del negocio, que, como yo la llamo, fue una actualización. A mí no me gusta decir modernización, porque parece que el pasado es como que no vale. Los negocios, para que vuelvan a durar 100 años más, necesitan un pequeño giro. Y es lo que hicimos. Decidimos abandonar una ubicación emblemática como la que teníamos en Madrid y dar un pequeño paso para atrás, con el fin de dar un salto hacia delante. Y lo primero fue abrir la tienda de Lagasca, apostando siempre por los mismos valores de antaño. Cuando vimos que eso funcionaba, dos años después, estudiamos la posibilidad de abrir camino y buscar una ciudad en la que nuestra esencia pudiera ser reconocida y valorada.

¿Qué tiene Donostia para que hayan apostado por ella?

Una cultura que aprecia lo bueno, que da valor al hogar. Aquí gusta mucho disfrutar dentro de casa, alrededor de una mesa, por ejemplo; pero también en el sofá con una buena manta.

«Buscamos crear lazos con la ciudad, arraigo, y estar a la altura de una capital como San Sebastián»

Miguel Matarranz

A partir de ahí crearon un proyecto que ha dado como resultado una tienda única…

Es como yo entiendo que tiene que ser una tienda, adaptada al lugar al que vas, no tiendas clónicas que parecen empaquetadas. Buscamos crear lazos con la ciudad, arraigo, y estar a la altura de una capital como San Sebastián. Es un espacio diferente al de Madrid, como demuestra la apuesta por la piedra, por abrir la tienda en un edificio histórico, por recuperar los arcos y sacar el máximo partido a este lugar.

También han realizado algún guiño a la ciudad a través de alguna propuesta innovadora…

Tenemos un pequeño txoko que pone en valor la importancia que tiene la gastronomía en esta ciudad. Y luego hemos diseñado un paño con la barandilla de La Concha, porque queremos acercarnos a los donostiarras. Nosotros no buscamos que se acerquen turistas, sino que sea el público local el que entre a nuestra tienda. Y este es un homenaje para demostrar que estamos realizando un gran esfuerzo por integrarnos en la ciudad, por pertenecer a vuestra cultura.

Cuentan con tres líneas de producto. Sin duda, una de las más destacadas es la sabanería…

En la sabanería a medida es donde nos diferenciamos y por lo que se nos conoce. Tenemos una biblioteca de calidades con la que el cliente puede tocar y decidir qué material es el que mejor se adapta a él. Queremos que viva una experiencia en la que pueda sentir las diferentes calidades para confeccionar su juego de cama. Una de nuestras características es la adaptabilidad a nuestros clientes y aquí queda demostrado.

¿Qué otros productos ofrecen en la tienda?

Nuestro abanico comprende desde toallas a sábanas, pasando por edredones. Pero lo más relevante es que el cliente puede experimentar. Aquí lo fundamental es la materia prima en cualquiera de nuestros productos. Para ello, hemos habilitado cajones en los que uno puede tocar el algodón, el lino, el cachemir… que es la base para luego poder alcanzar un resultado óptimo con la calidad como elemento fundamental.

El último gran secreto de la tienda es una zona exclusiva que destaca al final de la misma…

La parte de arriba es una zona todavía más mimada que cuenta con el producto más prémium, pero donde también pretendemos dar una atención más cuidada al cliente. Queremos que este se sienta cómodo, donde se le pueda ofrecer un café o una bebida, o incluso la posibilidad de ir al baño. Pero, además, Matarranz no pretende ser únicamente una tienda que venda; también aspira a ser un espacio en el que se asesora, se comparta conocimiento y se creen sinergias. Por ello, estamos trabajando en alianzas con artistas para que puedan exponer en el interior de nuestra tienda y también en la posibilidad de que haya charlas que fomenten la divulgación de diferentes temas.

Matarranz 1911

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