Viernes, 11 de octubre 2024, 09:20
F.O. nos cuenta su peripecia a la hora de coger un taxi en San Sebastián, algo, por desgracia, conocido y demasiado frecuente. Se acercó a la parada de la calle Idiáquez y estaba totalmente vacía, «una pasajera extranjera que según nos dijo venía de Oman, medio llorando por el trato recibido por un taxista, tuvimos que llamar varias veces por teléfono a una de las dos compañías que tienen el monopolio de las llamadas (poco amables al teléfono), para que acudiera un taxi. Finalmente el taxista que nos recogió nos explicó que como no hay pasajeros, hay pocos taxis. Muy mal un servicio caro y que da una imágen deplorable de la ciudad». A quien corresponda.
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