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La innovación, eje central del presente y futuro

La innovación, eje central del presente y futuro

Ignacio Villamerieli

Lunes, 17 de junio 2024, 15:54

Con la vista puesta en 2030, Euskadi quiere seguir siendo una región de alta innovación en un estado categorizado por una innovación moderada

Anadie se le escapa que Euskadi lleva tiempo apostando claramente por la innovación como un eje central de su desarrollo presente y futuro. La innovación tecnológica es importante para el desarrollo de la sociedad porque contribuye al crecimiento económico, genera mayores niveles de productividad, exportaciones y comercio exterior; e incluso induce resultados sociales, como una mejor salud de la población.

Muy consciente de ello, en los últimos años Euskadi ha ido escalando posiciones a nivel europeo en innovación, desde el puesto 92 que ocupaba hace unos años hasta situarse actualmente en torno a la posición 70 de las 239 regiones europeas innovadoras.

Cabe destacar que Euskadi es una región de alta innovación en un Estado categorizado de innovación moderada. Por ello, la Comisión Europea califica a Euskadi como «polo de excelencia». Y eso teniendo en cuenta que, en casi todos los países, la región más innovadora suele ser la que alberga la capital del país.

Sin embargo, Euskadi es una excepción, ya que su nivel de innovación es superior a la Comunidad de Madrid. Este caso se reproduce en muy pocas situaciones, por ejemplo, en algunas regiones del norte de Italia, en la Alta Baviera en Alemania, o en la región de Flandes en Bélgica.

Euskadi se mantiene hoy a la cabeza de las comunidades autónomas en investigación y desarrollo

Euskadi se mantiene hoy a la cabeza de las comunidades autónomas del Estado en investigación y desarrollo y alcanza el 2,32 % de inversión sobre el PIB según Eurostat, por encima de la media europea del 2,27 % y muy superior a la del Estado español, que se sitúa en el 1,43 %.

Para seguir manteniendo esa pujanza se requiere una triple transición: tecnológica-digital, energética-climática, y social-sanitaria, que implica cambios profundos y transformadores que afectan no solo a la economía, sino a nuestro modo de vivir y al bienestar. Estas transformaciones pueden verse como amenazas u oportunidades a las que hay que dar respuesta desde ámbitos como la ciencia, la tecnología o la innovación.

¿Y por qué destaca Euskadi en innovación? Para responder a esa pregunta hay que mirar a las siguientes claves: una importante inversión pública en I+D, altos porcentaje de población activa con estudios superiores y de investigadores en el sector empresa, además de un elevadísimo número de empresas con acceso a Internet de banda ancha dotan al País Vasco de una capacidad de innovación superior incluso a países como Suecia o Finlandia.

También cabe destacar que los volúmenes de inversión del País Vasco en I+D han sido claves en su buen posicionamiento a nivel europeo. Conforme los datos recogidos en el Informe Innobasque de Innovación, en el último lustro la inversión de Euskadi en I+D aumentó un 10,5 %, alcanzando su máximo histórico de 1.647 millones de euros. Siguiendo este crecimiento, Euskadi consolida una tendencia alcista de su nivel de inversión en I+D iniciado en 2016.

El País Vasco lidera los rankings de tres de los cuatro componentes del modelo del índice Altran

De la siderometalurgia a una apuesta decidida por la innovación

Históricamente, Euskadi ha sido una región emprendedora y con visión de futuro. Si en el siglo XIX y principios del XX se convirtió en un referente en la industria siderometalúrgica y la construcción naval, en el siglo XXI ha apostado con fuerza por la innovación tecnológica. Actualmente está al nivel de los países escandinavos en capacidad de innovación, gracias, entre otros factores, a su sólido tejido empresarial, con numerosas organizaciones de base tecnológica y programas destinados a fomentar la innovación, especialmente en el sector privado. Estos elementos han favorecido un modelo de crecimiento económico más sostenible que en su entorno territorial, lo que le ha permitido resistir mejor las crisis económicas que han ido aconteciendo.

El dinamismo y la capacidad innovadora de las empresas de Euskadi se asientan, además, en diferentes organizaciones sectoriales creadas con el objetivo de desarrollar una industria basada en la colaboración técnica y comercial entre las compañías que los componen.

Cuarta revolución industrial o industria 4.0

La Cuarta Revolución Industrial, también conocida como Industria 4.0, está cambiando la forma en la que los negocios operan y, por lo tanto, los entornos en los se ven obligados a competir. Esta revolución está marcada por la aparición de nuevas tecnologías como la robótica, la analítica, la inteligencia artificial, las tecnologías cognitivas, la nanotecnología y el Internet of Things (IoT), entre otros.

Es importante entender el potencial de esta cuarta revolución industrial porque no solo afectará a los procesos de fabricación. Su alcance es mucho más amplio, afectando a todas las industrias y sectores e incluso a la sociedad.

La Industria 4.0 puede mejorar las operaciones de negocio y el crecimiento de los ingresos, transformado los productos, la cadena de suministro y las expectativas de los clientes. Es probable que dicha revolución cambie la forma en que hacemos las cosas, pero también podría afectar cómo los clientes interactúan con ellas y las experiencias que esperan tener mientras interactúan con las empresas. Más allá de eso, podría generar cambios en la fuerza laboral, lo que requeriría nuevas capacidades y roles.

Además, las tecnologías relacionadas con la Industria 4.0 también pueden conducir a productos y servicios completamente nuevos. El uso de sensores y dispositivos portátiles, el análisis y la robótica, entre otros, permitirán mejoras en los productos de diversas maneras, desde la creación de prototipos y pruebas hasta la incorporación de conectividad a productos previamente desconectados. Estos cambios en los productos se traducen, a su vez, en cambios en la cadena de suministro y, consecuentemente, en los clientes.

«Un potencial de innovación muy alto»

El Índice Altran de Potencial Innovador, dedicado a evaluar la capacidad innovadora de los países y regiones de la Unión Europea (UE) y «sus alternativas para mejorar dicho potencial», señala en su subíndice dedicado al País Vasco que se trata de una comunidad autónoma «con un potencial de innovación muy alto en comparación con la media de los países europeos estudiados».

El País Vasco lidera los rankings de valores de tres de los cuatro componentes que forman el modelo del Índice Altran: población activa con educación superior, investigadores en sector empresa, compañías con conexión a banda ancha y empleo en servicios de alta tecnología.

Con respecto al primero de los componentes citados, la población activa con educación superior en el País Vasco asciende casi al 45 %, muy por encima del valor medio de la Unión Europea (que se queda en un 26 %). Eso hace que, en Euskadi, cuatro de cada diez personas ocupadas cuenten con estudios universitarios.

Por todo ello, la innovación en Euskadi se ha fortalecido, y la región se ha consolidado como un polo de excelencia en innovación. El Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación Euskadi 2030 es un ejemplo de los esfuerzos para impulsar la innovación en la región, que va a buen ritmo, pero que no puede levantar el pie del acelerador para seguir escalando posiciones a nivel europeo.

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