Ley sobre la Inteligencia Artificial: así se protege Europa

Será el tiempo el que decidirá si hemos cambiado la historia de Europa o hemos machacado otra vez a las empresas y organizaciones innovadoras ante regulaciones que no pueden competir con el resto del mundo

Jorge Campanillas

Abogado especialista Derecho Digital

Lunes, 18 de marzo 2024, 14:03

¡Cuídate de los idus de marzo! Dos días después de tan señalada fecha para la antigua Roma y tan trágica para uno de sus grandes dirigentes, el Parlamento Europeo ha aprobado el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial. Reglamento que según lo que leemos en la prensa es un hito histórico, un hecho relevante que marcará el devenir de la innovación en inteligencia artificial por lo menos en lo que la Unión Europea se refiere y que mostrará el camino a los demás países en su regulación.

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Sin embargo son muchas las voces que creen que no todo es tan bonito ni que tenga que celebrarse. Consideran que la vieja Europa vuelve a ponerse palos en las ruedas ante las superpotencias mundiales y sus omnipotentes multinacionales que, sin tantos escrúpulos ni remilgos ante los supuestos peligros de la Inteligencia Artificial dejarán que se desarrolle para posteriormente prohibir o regular lo que fuera conveniente (¡es el mercado amigos!). Es decir, volverán a comerse el pastel, aunque sea un pastel envenenado, antes que preferir dar una puñalada como a Julio Cesar y que esta IA llegue a ser el emperador/a que dirija Roma con mano férrea y aplastando los derechos fundamentales de sus ciudadanos/as. ¿Hace bien entonces la Unión Europea? ¿Nos tendremos que felicitar ante este hito histórico? Será el tiempo el que decidirá si hemos cambiado la historia de Roma (Europa) o hemos machacado otra vez a las empresas y organizaciones innovadoras europeas ante regulaciones que no pueden competir con el resto del mundo.

Ante este panorama, lo que ha aprobado la Unión Europea (y a falta de conocer realmente el texto definitivo) no es regular la tecnología en sentido estricto, sino los usos que se puedan dar a la inteligencia artificial. De una forma rápida, y sin entrar a especificar una regulación que resulta seguramente compleja, diremos que, además de establecer una definición clara para toda la Unión Europea de lo que es un sistema de Inteligencia Artificial, habrá ciertos usos de las mismas que estarán directamente prohibidas en nuestra región.

Habrá ciertos usos de las inteligencias artificiales que estarán prohibidos en Europa

Se considera que hay Inteligencias Artificiales de riesgo inaceptable, por tanto que estarán prohibidas, como son aquellas relacionadas con la puntuación social de las personas, la manipulación de las mismas, el reconocimiento de emociones en el trabajo o el reconocimiento facial en tiempo real y a distancia, y otros usos que tendrán un riesgo alto (como aquellas relacionadas con las infraestructuras críticas de los estados, o que sean destinadas a ámbitos educativos y/o profesionales y determinar el acceso a los mismos, etc.) o riesgo bajo (como muchas de las Inteligencias Artificiales Generativas que estamos conociendo hoy en día) dependiendo, reitero de los usos de esa IA. Los desarrolladores o aquellas empresas que quieran implantar tecnología de IA tendrán que realizar un análisis de riesgos antes de poder ponerla en funcionamiento.

Por supuesto, el reglamento incluye también unas importantes sanciones en millones de euros para aquellas organizaciones que incumplan con esta normativa. Un caballo de batalla en toda la fase de negociación de la normativa ha sido la biometría, el uso de esta tecnología tanto por los países como por las empresas para temas de seguridad, de identificación de personas en tiempo real y con los diferentes usos que se le pueda dar. Hemos visto en Europa muchos capítulos de 'black mirror' para intentar adelantarnos a los apocalípticos acontecimientos que se producían en la serie.

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Ciertamente estamos en un momento muy incipiente en el desarrollo de la IA y quizá sea el momento para parar y plantearse como sociedad, o más bien casi como humanidad, cómo queremos convivir con unos algoritmos a los que si les dejamos vía libre van a tener un impacto en nuestras vidas que seguramente supere a las diferentes revoluciones industriales sucedidas.

¡Cuídate de los idus de marzo! O quizá mejor, Quo vadis, IA?

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