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Las diez noticias clave de la jornada
Vicente Vega hoy cumple 100 años rodeado de su esposa Emiliana García, de 105, y sus bisnietos. J. UNANUA
Vicente Vega ha entrado hoy en el selecto club de los centenarios beasaindarras

Vicente Vega ha entrado hoy en el selecto club de los centenarios beasaindarras

Nació en Potes un 20 de octubre de 1920; su mujer Emiliana García, la amona de Beasain, en enero cumplirá 106 años

JUANTXO UNANUA

beasain.

Martes, 20 de octubre 2020, 00:20

Acudieron a la cita con puntualidad británica, haciendo gala de una salud de hierro y la felicidad más absoluta. Él, Vicente Vega hoy cumple cien años, y ya es miembro del selecto club de los centenarios beasaindarras al que su mujer Emilana García, que hace gala de unos muy bien llevados 105 años, accedió hace un lustro.

Son fieles, una jornada más, a la cita del paseo de las doce del mediodía por el parque Ezkierdi. Vicente apoyándose en un bastón, pero con andar ligero, y Emiliana, que desde el confinamiento sale a la calle con un andador. «Prefiero ir con el bastón pero... en casa no utilizo el andador», dice. Tras caminar un poco se sentaron en un banco asidos de la mano cual dos adolescentes enamoradísimos.

Vicente Vega es el protagonista principal de la cita, que hoy cumple 100 años, centuria que no ha hecho que olvide sus años de mocedad en su localidad natal de Potes, de donde salió con 15 años. «Fui a trabajar a Pradoluengo (Burgos), al monte a plantar pinos. Era el trabajo que había y además duro», recuerda. «Allí estuvo de patrón», añade Emiliana. A Vicente también le tocaron vivir y sufrir los años de la guerra. «Estuve en Santander», menciona, una época de la que prefiere «no recordar nada». Fue en el mismo Pradoluengo, el municipio natal de Emiliana, donde conoció a ella. «Fue en el baile dominical amenizado por la banda de música», comenta él. «Bailaba muy bien», subraya Emiliana; «es que costaba poco y divertía mucho», replica Vicente.

En octubre de 1955, el día 29 «me casé con Emiliana en el mismo Pradoluengo». Unos años en el municipio burgalés y se vinieron a Gipuzkoa. «Vinimos a Ordizia Emiliana y yo con nuestras hijas Puri y Nati, ya que entré a trabajar en Apellaniz», señala el hoy centenario Vicente Vega, donde allí trabajó «hasta que cerraron la empresa y me tuve que jubilar». Después vendrían a Beasain donde desde hace décadas residen con su hija Nati.

Tan solo «una pastilla»

Matrimonio longevo y muy feliz el de Vicente y Emiliana, ambos se puede decir que con una salud de hierro. Emiliana tan solo toma «unas pastillita para la tensión» y Vicente «desde hace poco una para el sintrón».

El patriarca, hasta hace bien poco, salía para las nueve de la mañana a por el pan y el periódico y después con su mujer Emiliana y su hija Nati al paseo del mediodía, y los sábados a «tomar el banquito», comenta Emiliana, aperitivo al que ellos no hace ascos. Además ambos hacen gala «de muy buen apetito». dice Nati, su hija. Estando sentados en uno de los bancos del parque Ezkierdi, aparecieron una nieta y dos bisnietos que enseguida tomaron asiento con los birraitona-birramona (bisabuelos).

«La familia ha crecido», decía orgullosa Emiliana. Cuentan con cuatro nietos: Esther, Marta, Amaia y Asier y cinco bisnietos: Iker, Luken, Egoitz, Mateo y Lander.

No se olvidan de la celebración del cumpleaños de Vicente, que por la situación actual «tendremos que hacerlo en casa», decía Nati, frase a la que Emiliana asentía con la cabeza, quien por otro lado ya está pensando en los 106 años que cumplirá el 8 de enero del año que viene.

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