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ANE URDANGARIN
ZALDIBIA.
Viernes, 25 de mayo 2018, 00:59
Es el «punto negro» de Zaldibia. Una inmensa parcela de 23.000 m2 sobre la que a duras penas se mantienen en pie una veintena de pabellones en ruinas, en estado lamentable, y que en su día formaron una pujante factoría de la que salían aquellos tambores de detergente con los que se lavaba la ropa, junto a otros jabones o artículos de limpieza. Hace tres lustros que la fábrica Bilore cerró sus puertas, pero su huella ha permanecido a la entrada del municipio goierritarra en forma de una enorme fábrica que ha padecido un evidente deterioro y que en 2013 sufrió incluso un importante derrumbe. A ello hay que añadir la presencia en sus instalaciones de agentes contaminantes y químicos, una amenaza para el no muy lejano río Oria. Así que los zaldibiarras llevan años esperando la desaparición de este «punto negro», como lo denomina su alcalde, Joxean Etxabe.
Y parece que su deseo se va a convertir, por fin, en realidad. La finca ha sido adjudicada mediante una subasta electrónica a un abogado que ejerce de intermediario del destinatario final, una empresa guipuzcoana dedicada al sector del hierro, según confirmó ayer el primer edil poco después de reunirse con el abogado. Aunque había cuatro interesados, solo uno de ellos presentó finalmente una oferta económica. A pesar de que el precio de licitación ascendía a 3.262.430 millones, al final se ha adjudicado por un montante muy inferior: 27.375 euros.
Esta cifra resulta muy exigua en comparación con la cantidad que tendrá que desembolsar el destinatario final, cuyo nombre no quiso revelar el abogado, en virtud del secreto profesional. Sí comunicó a los responsables del consistorio que se trata de una empresa guipuzcoana que se dedica a la siderurgia y que tendría previsto utilizar la superficie a modo de almacén.
Pero previamente tendrá que demoler la estructura actual, limpiar y descontaminar la zona. «Se estima que el coste de descontaminación puede ascender a los 2,8 ó 3 millones. Hasta los ladrillos están afectados por agentes contaminantes», explica el alcalde, quien recuerda que el consistorio no tiene ninguna relación con la propiedad de la fábrica, aunque lleva varios años de trabajo callado para buscar la solución más óptima a este «punto negro».
De hecho, hace dos años que conocieron el interés del comprador final a través de su abogado. «Vino con los trabajos hechos, se había documentado en Medio Ambiente y también en Urak acerca de los trabajos que habría que hacer», señala. En este sentido, las negociaciones y contactos han sido fluidos, destaca el primer edil.
En este tiempo, el consistorio ha venido perfilando las normas de planeamiento urbanístico. Los terrenos de Bilore están calificados como terciario mixto, es decir, industriales, «pero siempre una industria limpia», matiza Etxabe. Desde el Ayuntamiento insisten en que su labor será asegurarse de que cualquier uso responda al de una «industria limpia». Por lo que les consta, el comprador prevé limpiar y descontaminar la zona y adecentarla a cota 0. Es decir, de momento no se levantaría ningún tipo de estructura, al margen de quizás alguna caseta o tejavana para las labores de vigilancia.
Por otro otro lado, las normas no descartan un desarrollo residencial. En su día, los vecinos de Zaldibia se opusieron en consulta a la construcción de viviendas en Bilore, «porque el pueblo entendía que estamos bien siendo 1.500 vecinos. Se calculó que si se construyesen pisos, llegaríamos a ser 3.000». No obstante, junto a la fábrica hay unas viviendas destinadas a empleados de la fábrica y que quedan en cierto modo alejadas de la trama urbana. En este punto, el alcalde no descarta que en el futuro se construyan algunas casas junto a estas viviendas ya existentes, pero en todo caso sería una promoción similar a la última que se ha levantado en Zaldibia, de unos 24 pisos.
De momento, la fase de derribo y descontaminación total tiene la absoluta prioridad. Los próximos meses se llevarán a cabo los trámites pertinentes, pero desde el Ayuntamiento harán todo lo posible para que las excavadoras empiecen cuanto antes a trabajar.
El primer edil muestra abiertamente su satisfacción porque se haya encauzado este asunto que ha provocado más de un quebradero de cabeza y muchas preguntas de los vecinos. De hecho, para aclarar cualquier duda y transmitir toda la información disponible hasta el momento a los zaldibiarras, el Ayuntamiento ha convocado una reunión informativa a todos los vecinos para el próximo jueves, día 31, a las 19.00 horas en Herri Antzokia.
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