Idiazabal

Naxario Telleria y una vida entre notas

El día de Santa Cecilia de este 2023 no se borrará fácilmente de la memoria de Naxario Telleria. En el corazón de Idiazabal, entre las paredes de la parroquia, las notas musicales se convirtieron en la expresión viva de la gratitud y la admiración durante el emotivo homenaje a Naxario, que desde hace cerca de 60 años, se encarga de hacer sonar el órgano en cada celebración. Con sus 72 años, este idiazabaldarra ha dedicado seis décadas de su vida al órgano de la iglesia, creando una sinfonía de devoción musical que ha dejado una huella imborrable en la comunidad.

La conexión de Naxario con la música se estableció desde temprana edad, cuando, con tan solo 12 años, comenzó a colaborar con su tío, quien también fungía como organista. La tradición musical se perpetuó en la familia, ya que el padre de Naxario era el encargado de dirigir el coro local. Desde entonces, su vida ha estado entrelazada con las melodías y le han acompañado los momentos más significativos de la comunidad.

«El homenaje a Naxario no fue solo un reconocimiento a sus habilidades musicales, sino un tributo a su dedicación inquebrantable. La idea de rendirle homenaje surgió de manera espontánea durante una conversación después de una misa dominical, cuando entre varios de los asistentes de la misa de aquel día, se sugirió la idea de reconocer el esfuerzo del músico en la misa del día de Santa Cecilia» explicó Andoni Gómez, que también es entre otros, el responsable de varias de las tareas que se desarrollan en la parroquia, y que también 'trata de aprender' a tocar el órgano junto a Naxario.

La estructura del homenaje fue cuidadosamente planificada, desde la lectura de una varias palabras de agradecimiento hacia Naxario tanto al comienzo como al final de la misa, hasta la interpretación de una canción especialmente compuesta para Naxario por Javier Lizarazu, conocido por escribir, entre otras, la letra de la tamborrada de Idiazabal en 1992 (compuesta también por Naxario) . Esta nueva composición fue una expresión sincera de agradecimiento al homenajeado por su arduo trabajo y dedicación.

El evento contó con la colaboración de diversos grupos locales, desde los txistularis hasta el coro, la parroquia y la familia de Naxario. El regalo central fue un retrato del homenajeado mientras tocaba el órgano, una obra de arte capturada por Joxe Mari Telleria que reflejaba la esencia misma de Naxario y su conexión con la música.

Aunque el homenaje se llevó a cabo con un cierto grado de sorpresa para muchos en el pueblo, la participación activa y la emoción compartida en la parroquia durante ese día especial fueron evidencias palpables del aprecio y el afecto que la comunidad siente por el músico.

Más allá de las notas musicales, este reconocimiento destaca la contribución significativa de Naxario a la vida cultural y parroquial de Idiazabal. Su legado perdurará como una figura clave que ha enriquecido la vida de la comunidad con su talento y dedicación incansable.

En medio de las emociones que embargaron al protagonista durante la jornada, quedó claro que su amor por la música y su servicio a la comunidad continuarán siendo su legado duradero. Con el fin de agradecer tal homenaje, se acercó al micrófono, articulando solamente seis palabras llenas de emoción y sentimiento: «Eskerrik asko guztioi eta mila esker». Los allegados devolvieron el cariño y agradecimiento con una fortísimo aplauso, como la situación merecía. Con el paso de los años, Naxario, se ha convertido en un colaborador insustituible en el tejido musical y cultural de Idiazabal, siendo una figura referente de toda una generación.