«Hemos sido muy felices en Tolosa»

«Hemos sido muy felices en Tolosa, pero quedamos ya muy pocas y llega la hora de marcharnos. Sabemos a dónde vamos y seguro que seremos bien recibidas». Genovena Zabala, abadesa del convento de Santa Clara, anunciaba ayer, con serenidad y emoción contenida, que la misa de este sábado, 11 de noviembre (11.00), a la que invitan a la población tolosarra, será su despedida 'oficial'. Las religiosas de clausura se marcharán a un convento de Vitoria a final de mes, y no quieren irse sin agradecer el cariño que han sentido siempre por parte de la gente. Sin olvidar que ellas mismas también han desempeñado un trabajo social de atención a personas necesitadas, que el pueblo de Tolosa desea, asimismo, reconocer.

«Hemos dedicado nuestra vida a la oración, fieles a las enseñanzas de Santa Clara; y lo hemos hecho desde la pobreza, el trabajo y la alegría. Nosotras nos vamos ahora, pero Tolosa debe saber que allá donde estemos, seguiremos rezando por quienes, durante más de cuatro siglos, nos han acompañado y nos han ayudado», explicaba la madre abadesa, tolosarra de Bedaio. Junto con ella, sólo quedan otras tres religiosas en el convento, entre ellas su hermana, todas ellas de avanzada edad.

«Sin salir al exterior se puede estar muy bien. Aquí tenemos de todo y hemos hecho de todo, hasta trabajos de albañilería. Nos acogemos las unas a las otras. Dios nos ayuda a todas. Yo llegué tarde aquí, era feliz sirviendo a un matrimonio de Bilbao, pero cuando recibes la llamada del Señor, ya no puedes echarte atrás», confesaba sor Genoveva.

Para dejar un fiel legado de la efemérides, el historiador y etnógrafo Fernando Hualde, y el fotógrafo Joseba Urretabizkaia, han llevado a cabo un completo trabajo para recoger, ordenar, salvaguardar y difundir la memoria de un convento tan especial como el de Santa Clara, al que se trasladaron las monjas en 1666 desde el palacio de Iturriza, a donde habían llegado en el año 1612.

Este trabajo, patrocinado por la Diputación, se cimenta en dos libros escritos por Hualde, y en una exposición que se inaugura mañana en el palacio Aranburu, y que comprende fotografías y paneles con objetos de la vida cotidiana de las monjas. El primer libro, 'Santa Clara Tolosa 1612-2023', transmite cómo era la vida conventual. El segundo es un inventario de toda la colección de reliquias que se conservaban en el interior del convento.

El futuro del edificio, un monumento histórico, es una incógnita. Pertenece a la orden religiosa. Las monjas querrían que se destinase a un uso religioso y, si no, de tipo cultural o social.