Ordizia

Naturaleza colorida de Iñigo Calvo en su nueva colección en Barrena

Para esta muestra el diseñador gráfico y artista ordiziarra ha utilizado únicamente ceras Manley. Esta técnica es con la que más ha trabajado en sus obras y con las que más cómodo se siente para realizar sus cuadros. «He trabajado con acrílico también, pero no me convence tanto», explica.

Desde la entrada de Barrena se palpa la relevancia del color en la obra de Iñigo Calvo. «Le doy mucha importancia al color. He utilizado los colores de las diferentes estaciones del año». En este caso, a través de las ceras ha disfrutado con los degradados y las tramas que ha podido crear. «Me gustan mucho los degradados, las tramas que he sacado», comenta. En ese sentido, indica que el color que más utiliza es el azul, «por el agua». «Antes el bosque era agua, están los fósiles y las caracolas, la nieve...», explica.

En los cuadros de estilo abstracto se pueden ver hojas, aves, fósiles, árboles, animales, etc. El medio ambiente que le rodea ha sido su fuente de inspiración principal. «Un magnolio del jardín, los cantos de los pájaros, las setas...», enumera. Entre todas también ha incluido una dedicada al volcán Etna.

Esta es su primera exposición en la entrada de la Casa Cultura. Anteriormente, había expuesto otras colecciones en la sociedad Altarte de Altamira, por mediación de Patxi Morales, quien fuera su profesor de pintura en una época. Aficionado también a la decoración y la restauración, realizó una colección con discos de vinilo de diferentes épocas, cosidos y decorados con hilos de algodón. En estos momentos también está trabajando en la técnica del collage. Esas obras las expondrá a partir de junio en el bar Aterpe de Beasain.

Iñigo Calvo está satisfecho con la respuesta que ha tenido la exposición. «Estoy muy contento, la verdad, por la gente que está viniendo a verlo. Están teniendo en cuenta la exposición, las críticas... me gusta que participe la gente».