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Primer ganador. Iñigo Goicoechea, de Montezkue, con el sombrero del Kabila, junto al jurado, familia de Antxon y nueva generación de recortadores. K. I.
A Antxon Maderas ya no le pilla el toro

Tolosa

A Antxon Maderas ya no le pilla el toro

La sociedad Kabila hizo entrega del premio al mejor recortador en el Toro del Aguardiente, un homenaje a Antxon Elosegui con el que su legado taurino se mantiene vivo

Kevin Iglesias

Tolosa

Sábado, 29 de marzo 2025

Decía Antxon Elosegui, a la pregunta de cómo quería ser recordado, que deseaba mantenerse en la memoria como «una persona que amó a su pueblo, y fue bravo, noble y con casta». Una descripción ciertamente taurina, como parte de su compromiso con Tolosa. Su fallecimiento en junio del año pasado supuso decir adiós a un hombre que, sin querer destacar ni hacerse un nombre, impulsó iniciativas y actividades festivas, culturales y sociales conocidas de sobra por la ciudadanía. Su gran vinculación con las fiestas de San Juan y el Carnaval viene, sobre todo, de la mano de la plaza de toros, y ha sido su amada sociedad Kabila y los descendientes de Elosegui quienes han querido mantener su legado taurino vivo en forma de galardón.

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La primera edición del Premio Antxon Maderas, como le llamaban cariñosamente sus amigos, reconocía al mejor recortador del Toro del Aguardiente del Asteartita, Martes de Carnaval. Inaugura el palmarés Iñigo Goicoechea, natural del barrio de Montezkue, y que a sus 23 años se llevó los 200 euros y el sombrero del Kabila por una maniobra más propia del toreo a pie, el tradicional, que el juego con la res que supone el recorte.

Ilusionado por tener este reconocimiento dentro de los festejos taurinos de Tolosa, Goicoechea se alzó ganador tras echar mano de un capote para, vestido de torero –en un «mini homenaje a Antxon», quien también era aficionado práctico en su juventud–, arrancar los olés en la centenaria plaza con cinco capotazos. «Ha sido bonito terminar el Carnaval por todo lo alto», afirmaba tras recibir el premio.

Antxon Elosegui Hijo de Antxon Elosegui«Dio un espectáculo extraordinario, y hablas con Iñigo Goicoechea y ves la pasión que tiene y cómo vive esto. Algo significa» Nerea Elosegui Nieta de Antxon Elosegui«El atxona estará orgulloso allá donde esté. El premio y el pasodoble 'Domingo Ortega' son una forma de seguir su legado taurino»Iñigo Goicoechea Recortador ganador«Es un premio que ilusiona tener dentro de los festejos taurinos de tu pueblo. Ha sido bonito terminar el Carnaval por todo lo alto»

Dos pasiones unidas

Tal y como mencionó Emilio de La Torre, presidente del Kabila, en la entrega del estrenado galardón, el I Premio Antxon Maderas se origina para «recordar a Antxon uniendo dos de sus pasiones: la del mundo del toro y los inauteriak». Desde la sociedad quisieron aplicar el dicho en euskera 'izan zirelako gara, garelako izango dira' y «honrar a los que nos precedieron y mostrar el camino a aquellos que continuarán nuestro legado».

Esa herencia es recogida por la juventud, que para Antxon, hijo del 'kuttuna' carnavalero, mantiene a día de hoy la tradición y compromiso en carnavales de acercarse a la plaza de toros, «eje de encuentro» donde el toro es «el protagonista». Incluye a Goicoechea entre los recortadores «con instinto, ganas y afición de estar ahí jugando con el toro y conviviendo esa emoción de riesgo», y resalta su hazaña y la dificultad de dar los capotazos a una res «que ha desarrollado sentido y tienen un instinto». «Dio un espectáculo extraordinario, y hablas con él y ves la pasión que tiene y cómo vive esto. Algo significa», menciona sobre el ganador.

No obstante, los aficionados a la tauromaquia no son tan numerosos, y a pesar de que sienta que hay casos «francamente curiosos» como la de la nueva generación de recortadores tolosarras que tienen un alto interés en el juego con el animal, la población va por otro camino. Aun así, confía en la juventud y en la pervivencia de la plaza de toros, la preservación del edificio y su arquitectura, ahora más destinada a eventos de deporte rural que a la principal actividad para la que fue diseñada.

El azar o la suerte quiso que el primer recortador ganador fuese no solo parte de la nueva ola de aficionados locales a la tauromaquia, sino alguien que meses antes descubrió más en profundidad, con la lectura del libro biográfico de Antxon Elosegui escrito por Joxemari Iturralde, al popular tolosarra. Y es que su carácter y ánimo por mejorar la villa marcó a varias generaciones de vecinos y cambió la ciudad aunque, como todo ilustre, la transmisión de sus valores y filosofía, la carnavalera sobre todo, queda cada vez más lejos de las venideras. ¿Se habrá perdido el ingenio en beneficio de los decibelios?

Para los familiares, Antxon y Nerea Elosegui, hijo y nieta del homenajeado, el Carnaval sigue siendo «un sentimiento», como decía el 'atxona', pero que se ha transformado para los menos experimentados, manteniendo los «golpes de humor» y que, con la madurez que aporta la vida, se animan a montar sus propias comparsas y alegrar la villa.

Pasodoble en carnavales

Otro de los homenajes y recuerdos a Antxon Elosegui fue la inclusión del pasodoble 'Domingo Ortega' en sus ilustres fiestas, combinando su pasión taurina con otro elemento indispensable en el Carnaval: las txarangas. Junto a este premio, su legado taurino se mantiene vivo, y su nombre seguirá presente en Tolosa. Podría decirse que, siguiendo la letra del pasodoble, a Antxon Maderas, torero de pacotilla, ya no le pilla el toro. La plaza se llenará de recortadores en su amado Toro del Aguardiente.

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