Tolosa

Concluye el periodo en Bellota y las carrozas pasan al solar de Bentaundi

La comunicación remitida a la asociación, con fecha del martes, día 18, marcaba la obligatoriedad de dejar «limpia» cada carroza antes de ayer viernes, sin posibilidad de hacer estos trabajos en el mismo día del desplazamiento al solar de Bentaundi. Así pues, procedieron a quitar cualquier elemento que pudiera caerse o incendiarse, recoger basuras –tanto muebles y material para la decoración como objetos pequeños, vasos o comida y bebida– y depositar en el garbigune todo elemento que no fuera a guardarse. Por otro lado, desde el Consistorio se ha permitido que enseres de valor queden recogidos e identificados junto a las carrozas, para después ser retirados este fin de semana.

El traslado desde el pabellón Bellota en Usabal al solar de Bentaundi se realizó desde las 17.00 horas, aproximadamente. El Ayuntamiento se encargó, junto al menos dos o tres miembros de cada carroza, del movimiento de cada una de ellas. El ente municipal facilitó tres dumpers, alquilados, pero conducirlos fue una labor de los carnavaleros, en el caso de remolques. En cuanto a las autopropulsadas, también fue deber de los miembros. Con el hangar vacío de enseres y libre para devolverlo al arrendador, el Consistorio tiene hasta el día 31 para limpiar y reparar los desperfectos producidos en el interior.

Ahora las carrozas quedarán al aire libre, cubiertas con telas y toldos, hasta que Ayuntamiento y representantes de la asociación acuerden qué modelo de gestión de su actividad será la que marque el Carnaval del futuro.

La principal razón detrás de la decisión del Consistorio de no renovar el contrato de alquiler del pabellón Bellota está en su elevado coste. La cifra es cercana a los 85.000 euros por el arrendamiento anual, más el coste por montaje y subvenciones, una cantidad en global superior a la que desde el ente municipal se destina a otras asociaciones o promotores culturales y deportivos, además de que en el caso de estos últimos la aportación al pueblo es anual, a diferencia de los tres días del año para los que se resguardan las carrozas del Carnaval.

Los representantes de las carrozas, en cambio, optan por defender su posición como uno de los grandes atractivos del carnaval tolosarra. Dejar estos elementos en un solar vacío y desprotegido no les contenta, pues puede acabar perjudicando en el tiempo en el que se halla una solución. Pueden ser objetivo de robos o destrozos, o que las carrozas, algunas de ellas operativas desde el siglo pasado, no soporten las inclemencias del tiempo y queden inservibles. Por tanto, desde la asociación temen que el año que viene, en el próximo Carnaval, «no haya carrozas».

El pabellón de Bellota no será el lugar de refugio y adorno de las carrozas, y sobre la mesa existen dos soluciones: una subvención municipal a la Asociación de Carrozas para ayudar en el alquiler de otro hangar, o el uso de plataformas homologadas sobre las que instalar las carrozas. Ninguna de las dos propuestas contenta a los carnavaleros, aunque todavía quedan meses para encontrar el entendimiento.