'Nunca es tarde si la dicha es buena'. Tolosa acoge este fin de semana el estreno de 'El vasco', película que inauguró la sección Zinemira del festival de San Sebastián dedicado al cine local. Mikel, un joven bermeano de 35 años, se encuentra en paro y acaba de terminar una relación. Harto de vivir en Euskadi huye a Argentina donde su familia, pero una vez allí se encontrará con otro pequeño Euskadi, habitado por argentinos que nunca han pisado la tierra de sus antepasados, cuya vida gira alrededor de la Euskal Etxea.
La película se estrenará este sábado con dos sesiones a las 19.00 y 21.30 horas. La proyección de el domingo a las 19.00 contará con un pequeño coloquio en el que participará el actor tolosarra Joseba Usabiaga, quien durante estos días se encuentra inmerso en la promoción del film. El público podrá participar y lanzar preguntas sobre curiosidades o detalles del rodaje y la película.
–¿Cómo y cuándo tuvo lugar el rodaje en Argentina?
–La mayor parte de la película está grabada en Argentina; volvimos el 4 de octubre del año pasado tras pasar parte del verano –ocho meses en total– allí, tanto en la provincia de Córdoba, en los pueblos Villa Marina y Morrison, como en Mendoza. Fuimos diez días antes de empezar a grabar para hacer todas las pruebas de vestuario, ensayos y demás, y a la vuelta, rodamos durante una semana en Bermeo.
–¿Lo que retrata es totalmente real o ha sido llevado a la ficción?
–La película retrata la realidad que se vive allí a la perfección. Es más, en algunos momentos la realidad es, incluso, más extremista de lo que se ve. Mikel quiere cambiar de aires y recurre a su familia de Argentina. Una vez allí, en vez de cambiar de vida se da cuenta de que le rodea un ambiente euskaldun mayor. Huye por una serie de circunstancias y lo que se encuentra es una vida similar o incluso 'peor'.
Argentina
«Es un país apasionado para lo bueno y lo malo. Está en una situación inestable y la gente refleja esa realidad»
–¿Qué le llamó la atención de todo el ambiente euskaldun en la diáspora?
–Me llamó la atención que en las dos Euskal Etxeas que conocí, prácticamente ninguno de los socios sabía hablar euskera, ya que eran descendientes de abuelos o bisabuelos vascos normalmente, pero todos se sentían muy euskaldunes. Tenían tatuajes de ikurriñas o lauburus en el brazo, cosa que aquí no veo apenas, quedan todos los viernes para bailar bailes vascos o jugar al mus... Aquí, evidentemente, mucha gente sabe bailar, pero no todos y allí casi todos los socios sabían y participaban en los actos, conocen canciones populares antiguas y se saben sus letras... Se sienten igual de vascos que tú o más, eso seguro.
–¿Qué visión tienen los descendientes vascos de la emigración sobre la cultura vasca?
–Todo lo que tenga algo que ver con Euskadi lo ven desde otro prisma diferente y lo engrandecen. Las canciones, la música, el paisaje... todos quieren que sus hijos e hijas vengan a vivir aquí porque creen que es el lugar perfecto para que crezcan. A veces, desde fuera, en este caso desde Argentina, veo que se idealiza un lugar como este, sobre todo, en las Euskal Etxeas. En las mesas de reuniones observas que hasta en el último rincón hay ikurriñas, mapas de Euskal Herria...
Mikel
«El personaje intenta huir de unos problemas que tiene aquí, pero bueno, quién no ha hecho eso alguna vez»
–Probablemente como miraron los vascos que emigraron al país y a otras partes del mundo hace un tiempo...
–Sí, en cuanto a lugar idílico o de querer vivir, aunque es verdad que los vascos que emigraron a Argentina no se sintieron argentinos al principio. Luego, con el tiempo, se 'argentinizaron' y me imagino que ya se sentirían como tal. Pero sí, idealizaron ese país, ese paisaje, porque la verdad es que es un país muy rico en cuanto a naturaleza. Tiene explanadas de cientos de kilómetros llenos de vacas, cuenta con mucha producción ganadera, aunque luego no se refleje en su economía.
–¿Con qué se encontró? Qué ambiente se respira en Argentina?
–Es un país muy apasionado, para lo bueno y para lo malo. El carácter es diferente, están muy encima de ti y si quieres estar tranquilo a veces juega en contra. Así está el país, no está muy bien ni económicamente ni políticamente, vive una situación muy inestable y la gente refleja esa realidad. El dinero fluctúa mucho; cuando estuvimos allí un euro valía 200 pesos argentinos y ahora está en 300. El peso argentino se ha depreciado un 50% sobre el euro. La inflación sigue subiendo y cada vez están peor...
–Mikel intenta huir, pero para más inri se encuentra con otro Euskadi.
–Sí, el personaje intenta huir de unos problemas que tiene aquí, pero bueno, quién no ha hecho eso alguna vez, querer pasar página y dejar atrás su vida. Mucha gente se va a Europa o incluso Latinoamérica no a buscar trabajo, simplemente para cambiar de vida. Es lo que busca Mikel, pero en este caso no lo consigue. Arrastra con él todos sus problemas de identidad y familiares. Cree que se encontrará con una vida distinta, pero tendrá muchas similitudes con la vida que lleva aquí.
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