De Tolosa al club.Los sonidos de Alai llegan a revolucionar la escena club euskaldun. PABLO REVERTER

Tolosa

'Yuca', el universo musical de Alai

Alai. La productora y DJ tolosarra Alai Ormazabal publica 'Yuca', su primer EP y el trabajo más personal que resume las influencias musicales y el sonido que la caracterizan

E. Arandia

Tolosa

Sábado, 21 de septiembre 2024, 20:29

Entre la sutileza de lo etéreo y la precisión técnica, Alai Ormazabal (Tolosa, 1996) lanza 'Yuca', un EP de cinco canciones que la artista ha creado de manera deliberada, dentro de los formatos convencionales que articulan la música electrónica, como los miniálbumes y los sencillos, ... con el que viene a mostrar y consolidar su identidad y estética sonora como productora.

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Una textura digital cubre el rostro y cuerpo de Alai, presentándola como una figura parcialmente renderizada y escaneada con animaciones en 3D. Cada uno de los temas de este nuevo proyecto cuenta con un visualizador en YouTube, con imágenes elaboradas por Pablo Reverter, donde se muestra a la artista sujetando unos cascos en el interior de unas burbujas de cristal que vuelan sobre paisajes futuristas o en medio de una selva tropical.

Concibe la música electrónica, ante todo, como un medio de producción, una técnica en sí misma. Reconoce que gran parte de la música actual es electrónica, dado que se crea a través de procesos digitales; no obstante, su propuesta se sitúa explícitamente dentro de ese género. Hasta ahora, había trabajado en un álbum, un EP y varios sencillos, siempre desde una perspectiva conceptual, en la que la música estaba al servicio de una idea subyacente. Su primer disco surgió como proyecto de fin de máster, y en su segundo trabajo, un EP, experimentó con distintos géneros electrónicos que le atraen. Sin embargo, 'Yuca' representa su primer «esfuerzo consciente» por integrar todas sus influencias en un proyecto, con el objetivo de mostrar su identidad musical y definir quién es como artista, sin verse limitada por un concepto preestablecido.

«Con el tiempo me gustaría ir creando un ambiente y espacio cómodo en mis conciertos y sesiones»«No considero que mi música sea exclusiva o extraña; es luminosa, probablemente se ubique en el mainstream»

En el universo musical y ambiental de Alai, cada beat y cada textura sonora que construye revelan una parte de su proceso interior, donde la electrónica se convierte en una herramienta para expresar su visión artística. Se adentra en la cultura de club, a la que describe como «hogar» y un espacio «seguro» para ser auténtica musicalmente. Sin embargo, lamenta que en Euskal Herria no haya un arraigo profundo hacia esta escena.

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Comenzó a tocar el piano a los cuatro años, lo abandonó a los catorce, pero ha crecido con una riqueza musical donde entre sus influencias la música caribeña ha ocupado un lugar importante por la influencia venezolana debido a su familia materna. Durante la etapa universitaria, descubrió la música electrónica y comenzó a interesarse por el mundo DJ. Fue a través de vídeos de YouTube cuando comenzó a adentrarse en el universo de la producción, aprendiendo de manera autodidacta a crear sus propios sonidos desde su ordenador.

Durante aproximadamente tres años, se enfocó en aprender por su cuenta, adquiriendo un pequeño controlador MIDI para comenzar a experimentar, hasta que llevó su pasión al siguiente nivel, matriculándose en un máster en producción musical y tecnología.

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Referencias femeninas

Sus influencias están marcadas por sesiones llenas de diversión y descubrimiento, donde el concepto de DJ se abre a un espacio más amplio en el que incluye la voz. «No considero que mi música sea exclusiva o extraña; probablemente se ubique en el ámbito mainstream. Mi estilo es bastante luminoso, en contraste con muchos géneros de ese espacio, que tienden a ser más oscuros», dice.

El oído y el gusto la guían hacia paisajes sonoros etéreos, ambientales y luminosos, como los que evocan artistas como Sofia Kourtesis, su gran referente actual, junto a nombres como Fortet o Floating Points. Sin embargo, admite que con el tiempo las referencias cambian constantemente. Su atención se enfoca en mujeres DJs que combinan la música electrónica con la voz. «Por eso empecé; desde pequeña me ha fascinado la música. Sabía que quería dedicarme a algo en ese mundo, pero al consumir principalmente pop, notaba que el rol de la mujer solía limitarse al de frontwoman. No me identificaba en absoluto con ese papel, y en mi adolescencia comencé a buscar otras referencias, mujeres que ocuparan un rol más técnico. Fue entonces cuando descubrí, por primera vez, a mujeres que creaban su propia música desde cero, desde la intimidad de su casa y su ordenador, sin pasar por un estudio dominado por hombres ni ajustarse a sus exigencias. 'No toques eso', 'hazlo así...'. En los estudios he presenciado ese tipo de situaciones, y suele ser duro; la mayoría de las veces eres la única mujer en el lugar. Aunque la situación está cambiando, especialmente en el aspecto técnico, la presencia femenina sigue siendo escasa», recalca.

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Tras los estudios universitarios cursó un máster en producción musical y tecnología, y cuenta que sólo el 6% de los estudiantes eran mujeres. «En los trabajos en equipo surgían situaciones peculiares... En ese proceso también descubrí a Grimes, Yaeji... Grimes produce todo por sí misma. Leía y escuchaba en sus entrevistas que había creado un disco en dos semanas sin salir de su habitación. Me di cuenta de que era exactamente lo que yo quería hacer. El estudio no es un espacio que me invite a crear; para mí, la creatividad es algo íntimo, personal, y siempre me he sentido más cómoda creando desde casa», reflexiona.

Cuenta que con este trabajo, tenía la firme intuición de que podía lograr un avance significativo. Pasó muchos meses intentando formar un equipo y presentando el proyecto a diversas discográficas, ya que hasta entonces había trabajado exclusivamente en solitario. Sin embargo, esta vez decidió no lanzar el EP de inmediato, guardarlo y asegurarse de que todo estuviera bien organizado para que recibiera la atención y el impacto que merecía. En ese proceso, en noviembre del año pasado decidió participar en el concurso Gaztea Maketa Lehiaketa, donde ganó el Premio Harrobia, lo que le permitió unirse a la discográfica Oso Polita. Afirma que, por su cuenta, ha aprendido todo lo que conlleva la autoproducción, y actualmente cuenta con un equipo profesional de cinco personas que dan forma a su nuevo proyecto.

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Compagina su trabajo como DJ y productora con el de diseñadora de sonido en los estudios de ULU Media. Con la intención de dar el siguiente paso en su carrera, planea publicar un nuevo EP antes de que termine el año, el cual ya ha comenzado a preparar. Próximamente participará en una residencia artística que se llevará a cabo este mes en Lisboa, organizada por Musika Bulegoa y MIL Lisboa, junto a la artista Sonia Trópicos, que finalizará con un concierto en la ciudad. «Disfruto mucho haciendo remixes, algo muy común en la electrónica. Recibes las pistas de una canción por separado y les das forma a tu manera. He hecho dos: uno para el grupo J Martina y otro para Txopet. Mi objetivo ahora es completar el EP y realizar algunos remixes más a nivel nacional, incluso ofreciendo conciertos», concluye.

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