Un incendio en la cocina obliga a cerrar el Mugaritz

El restaurante Mugaritz, del cocinero Andoni Luis Aduriz, uno de los templos de la gastronomía mundial, permanecerá cerrado entre dos y tres meses como consecuencia de un incendio registrado ayer de madrugada y que ocasionó cuantiosos daños materiales. Las llamas, que pudieron haberse iniciado en alguna conducción eléctrica, calcinaron totalmente la cocina, «el alma del restaurante», según indicaron allegados al chef. Algunos empleados que en el momento del suceso dormían en la planta superior del edificio fueron desalojados, al igual que un baserritarra que reside en el caserío anexo. No hubo daños personales.

El suceso tuvo lugar sobre las dos de la madrugada, en la cocina del restaurante, situado en el barrio de Zamalbide, en Errenteria. El fuego hizo saltar la alarma del establecimiento. La señal fue recibida por la central de una empresa de seguridad desde donde, a su vez, pusieron los hechos en conocimiento de la Ertzaintza.

Patrullas de la Policía vasca se desplazaron al lugar y, ante la dimensión que habían adquirido las llamas, procedieron al desalojo de las personas que dormían en la planta superior, en una zona del edificio destinada a residencia de empleados, principalmente cocineros. Asimismo, evacuaron a un hombre de 78 años, que vive en el caserío Otzazulueta, anexo al restaurante. «Yo estaba dormido cuando, de pronto, he empezado a escuchar ruidos y sirenas. Era la Ertzaintza. Tocaban la puerta y decían que abandonara la casa, que había un incendio. Cuando he salido he visto unas llamas enormes en la zona de la cocina del Mugaritz. He llegado a pensar que incluso mi casa terminaría también quemada», explicó Luis Etxezubieta, residente en el caserío.

Al lugar del suceso se desplazaron cuatro dotaciones de bomberos de los parques forales de Irun y Zarautz. El trabajo de los equipos de extinción, que se prolongó durante más de dos horas, evitó que las llamas se propagaran a otras dependencias del restaurante así como al caserío. Las labores concluyeron poco antes de las cinco de la madrugada.

Altas temperaturas

Las llamas destruyeron por completo la cocina y causaron daños en otras dependencias del restaurante, entre ellas el comedor y las oficinas, tanto por efecto del humo que generaron las llamas así como por las elevadas temperaturas que se alcanzaron.

Andoni Luis Aduriz fue informado del hecho al poco de que saltara la señal de alarma y se personó en el restaurante, donde siguió en primera línea las tareas de extinción. «Cuando llegamos, los bomberos y la Ertzaintza ya se encontraban en el lugar. Estaban apagando el incendio», señaló el chef, quien mostró su alivio porque el fuego finalmente no hubiese provocado daños personales. «En el piso de arriba había gente que trabaja en el restaurante, cocineros del equipo, y afortunadamente no les ha ocurrido nada. Estábamos también preocupados por el caserío anexo, que es muy antiguo. Al final, las llamas no le han afectado», señaló.

A media mañana, el cocinero regresó al lugar del suceso y atendió a los numerosos medios de comunicación desplazados, a quienes mostró personalmente los destrozos causados por el fuego.

Investigación

Andoni Luis Aduriz señaló que se encuentra a la espera de conocer las investigaciones que sobre las causas del suceso puedan realizar los peritos y los expertos en este tipo de siniestros. «Al finalizar la jornada, cuando nos vamos de la cocina dejamos siempre todo apagado y las llaves de gas cerradas. En doce años nunca hemos tenido ningún problema. Por el tipo de propagación que intuimos, y aunque no somos expertos, sospechamos que ha podido tratarse de algo eléctrico, de algún cortocircuito o algo parecido», señaló.

El cocinero reconoció que los daños han sido «bastante cuantiosos» y que, en consecuencia, «creemos que tenemos unas cuantas semanas, por no decir meses, por delante». Fuentes cercanas al cocinero indicaron que el establecimiento podría permanecer cerrado alrededor de dos o tres meses.

Aduriz dijo haberse quedado impactado cuando vio que se le estaba quemando el restaurante. «Era lo último que podía pensar en mi vida. Por mucho que trabajemos en una cocina y sepamos que estamos en un espacio que se puede quemar, ni me lo podía imaginar. Y cuando a las dos de la madrugada he llegado aquí y he visto que las dotaciones de los bomberos estaban sofocando un incendio importante, se me ha helado la sangre», manifestó el cocinero.

Aduriz indicó asimismo que la cocina de su restaurante cumple con la normativa que se exige para esta clase de instalaciones. «Son cocinas ignífugas. Si no hubiese sido así, habría ardido todo el restaurante. La normativa exige que sean así y así tienen que ser», manifestó el cocinero.