El Arrate reivindica su fortín ante el San Antonio

El San Antonio forma parte del ramillete de quipos 'intocables', de manera que los modestos de la competición no se suelen contar con sus puntos a la hora de hacer cábalas matemáticas con afán de asegurarse su salvación. Sin embargo, la afición eibartarra debe ser consciente de que se le presenta una excelente oportunidad para ser testigo de cómo el Arrate es capaz de doblegar a un campeonísimo que ha llegado a reinar en Europa, tras imponerse varias veces en la Liga de Campeones.

No hay que remontarse mucho en el tiempo para recordar un pasaje parecido, sólo hay que ir una temporada atrás. En aquella ocasión su preciada presa fue nada menos que el mismísimo Ciudad Real. El considerado mejor equipo del mundo encajó su única derrota liguera en Ipurua. Desde entonces se mantiene invicto en la Liga. Este año ha contado todos sus partidos por victorias y lleva ya veinticinco.

En este caso, el discurrir de la temporada y los últimos y penosos acontecimientos vividos en el seno de la familia antoniana (impago de varias mensualidades), unida a la excelente racha de resultados acumulados en recientes fechas por los albiazules en Ipurua ha originado que el contexto haya variado sustancialmente y que el prisma en estos momento sea mucho más favorable. El ambiente de optimismo que se respira en el vestuario eibartarra es una evidencia.

La finalidad de los guipuzcoanos es puntuar para poder asegurarse de manera casi definitiva su continuidad en Asobal. Los navarros, en cambio, saltarán al parqué con el propósito de retornar a la quinta plaza con el permiso del CAI Aragón y del Naturhouse. Su actuación estará condicionado por el hecho de tener que dosificar fuerzas al jugarse el domingo frente al Gummersbach a fin de conservar vivas sus esperanzas de alcanzar la final de la Recopa. Esta circunstancia ha llevado a su técnico Chechu Villaldea a prescindir de dos de sus puntales, Belaustegi y Gedeón Guardiola, al tiempo que deja en el aire el concurso de Dominikovic, Nikolic y el goleador Malmagro.

Es innegable también decir que el Reyno de Navarra San Antonio no vive su mejor momento, sobre todo en lo que respecta a sus desplazamientos, tras caer en sus últimas cuatro salidas: Granollers, Antequera, Valladolid y Barcelona.

Impagos en el San Antonio

La precaria situación económica que atraviesa evidentemente no ha supuesto ningún revulsivo ni ha jugado tampoco en favor de su rendimiento. Recientemente, la plantilla en pleno ofreció una rueda de prensa para denunciar públicamente el impago de sus dos últimas mensualidades. Un episodio que se hace familiar en Eibar, pero que parece estar ya más que superado.

El Arrate debe aprovechar esta atmósfera favorable que se respira para reivindicar con mayor fuerza si cabe la buena racha de resultados acumulados en las últimas fechas en su territorio, al sacar adelante tres de sus últimos compromisos caseros (Frigoríficos do Morrazo, Alcobendas y Antequera). Resulta incuestionable también que la talla y capacidad de estos rivales difiere respecto a la tarjeta de visita del San Antonio, de ahí que el interés y la consecución de los dos puntos cobre mayor interés.

Con diecisiete puntos en su casillero y con un colchón de cuatro respecto a la amenaza del descenso a falta de cinco jornadas para la conclusión se considera que un punto bastaría para poder respirar tranquilo. De lo contrario, tendría que jugárselo a una sola carta dentro de dos jornadas frente al Octavio Pilotes (penúltimo clasificado), después de haber pasado previamente por el Palau Blaugrana.

Este partido representa asimismo el retorno al recinto eibartarra de dos rostros muy populares como son la del internacional polaco Mariusz Jurkiewicz y la del irundarra Arkaitz Vargas. Por parte arratearra, se confía en que Julián Ruiz pueda contar con los servicios del convaleciente Sergio Berrios.