Antigua imagen de los txistularis en la Euskal Jaia de 1962.
URRETXU

Medio siglo de música y vivencias

Presentado el libro 'Urretxu Txistulari Taldea 1960-2010'

URRETXU FCO. JAVIER AGUADO

Sábado, 11 de septiembre 2010, 05:14

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La Agrupación de Txistularis cuenta ya con un libro que resume sus primeros 50 años de trayectoria. El jueves tuvo lugar la presentación ante el público. Hicieron los honores la autora, Agurtzane Aramendi; el archivero municipal, Koldo Argandoña, quien también ha participado en el mismo; y junto ellos, José Mari Lasa, cabeza visible de la banda actualmente.

En la presentación, la autora explicó que 'Urretxu Txistulari Taldea 1960-2010' tiene en su contenido tres apartados diferentes: por un lado, vivencias y anécdotas de los 50 años de la agrupación; por otro, una muestra de la multiplicidad de actos que genera la actividad del grupo tales como conciertos, pasacalles y ensayos; y, finalmente, un apartado dedicado al recuerdo de los txistularis y colaboradores que realizaron una labor especial y significativa para la agrupación.

No falta un capítulo del libro dedicado a Santi Gutiérrez quien fuera alma mater del grupo durante muchos años; así como Ignacio Barrio que falleció el pasado mes de julio, artesano y elaborador de atabales y danbolines que colaborara con la agrupación desinteresadamente durante muchos años; y Ramón Esnaola, miembro de la agrupación, maestro para generaciones y autor de diversas partituras para el txistu que ha podido ver interpretadas y recopiladas en el disco editado este año.

Las fotografías recogidas en el libro son imágenes de la participación del grupo en todos los actos festivos y significativos del pueblo; y muestra de viajes, excursiones y salidas para acudir a los pueblos que demandaban su presencia en todos estos años. En los inicios, y también a modo de anécdota, destacan que en 1947 y 48 la Delegación Sindical Local de la Falange de Gipuzkoa escribió cartas al Ayuntamiento pidiendo la participación de la banda en un concierto en Donostia con motivo de la festividad del 18 de julio.

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Devenir histórico

Tampoco podría faltar en este trabajo una alusión al devenir del txistularismo en Urretxu a lo largo de la historia, que se ha ocupado de realizar Koldo Argandoña. En ella explica los entresijos del concepto de txistulari en los inicios, y que era figura más conocida como danborilero o txun-txun. Después del cura, era el personaje más popular entre la gente, que solía tocar dianas y pasacalles los domingos y festivos.

En un principio, era una profesión que permitía subsistir a una familia; era un músico que tocaba solo muchas veces, y si lo hacía acompañado, sus compañeros no figuraban. El danborilero era contratado por los jóvenes solteros que le requerían para disfrutar de la animación de su música y poder bailar en la romería. En los antecedentes a la agrupación aparece Joxe Gabilondo como el último danborilero que ejercicío en la década de los 20, 30 y comienzos de los 40, contratado por el Ayuntamiento.

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Tras un vacío de un par de décadas sin banda oficial, apareció el verdadero temor de que el txistularismo en Urretxu se echara a perder. Para evitar que cayera en el olvido, e inquietados por el resurgir de la cultura propia, se creó la Asociación de Txistularis de Urretxu por unión e impulso personal de algunos que sabían tocar como José Antía, Santi Gutiérrez, José Pérez, León Arrieta y Ramón Esnaola. A ellos se fueron uniendo más apasionados del txistu participando en diferentes alardes. En 1960, la asociación apareció por primera vez en público en la Euskal Jaia de aquel año. Entonces se consolidaría el mayor grupo de txistularis de la época, que perduraría hasta nuestros días cumpliendo hoy su 50 aniversario.

Curiosidades

El libro recoge en la parte final un apartado dedicado a las curiosidades en el que, puesto en cifras, contabilizan un listado de 236 personas que en diferentes épocas de estos 50 años han formado parte de la agrupación, habiendo tocado al menos en un pasacalles. Muchos de ellos, aunque sí en el recuerdo, no estarán físicamente en la fiesta hoy.

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El tocar el txistu es un aprendizaje que también se transmite entre padres e hijos, por lo que es muy normal que en la agrupación figuren muchos miembros de una misma familia. En el surgir del grupo los chicos eran mayoría pero con el tiempo esa diferencia se equilibró llegando a una mayoría, aunque escasa, de participación femenina. En cinco décadas se ha vivido el relevo generacional, y en los últimos tiempos, incluso los txistularis más veteranos que se habían retirado se han animado y han vuelto a juntarse para ensayos y pasacalles.

Finalmente, Jesús Mari Lasa mostró agradecimiento por la colaboración recibida tanto por parte de las instituciones como por todos que, a título individual y desde el anonimato, han permitido ver cumplido el objetivo del libro de resumir las fiestas, los conciertos, las fiestas y muchos de los momentos vividos.

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