Avispero. Julián Urkiola, presidente de los apicultores de Gipuzkoa, con un nido de avispa invasora que fue retirado en Lasarte-Oria. :: MIKEL FRAILE
MEDIO AMBIENTE

La avispa invasora sigue su avance y ha llegado ya al interior de Gipuzkoa

Se han detectado individuos de esta especie de origen asiático en Oñati. Los apicultores guipuzcoanos piden que el caso sea tratado como un problema medioambiental

JAVIER PEÑALBA

Viernes, 29 de abril 2011, 14:24

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El avance de la avispa invasora 'Vespa velutina' no se detiene. En los últimos meses se han detectado en Gipuzkoa quince avisperos y hace apenas dos semanas han sido capturados individuos incluso en Oñati, donde no se puede descartar que haya algún otro enjambre. La presencia de ejemplares de esta agresiva familia en tierras del interior del territorio lleva a los apicultores a expresar su preocupación ante la expansión de este insecto originario de Asia y cuya capacidad para aniquilar a la abeja europea ha quedado ampliamente demostrada. Los apicultores piden que el tema sea tratado no como un asunto que afecta exclusivamente al sector, «sino como un problema medioambiental que debe ser abordado incluso por la Unión Europea», afirma Julián Urkiola, presidente de la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa.

Se sabía que la avispa asiática había colonizado diversas zonas del territorio guipuzcoano. Hasta el pasado mes de enero, se llevaban detectados catorce nidos en las comarcas del Bidasoa, Oarsoaldea y Donostialdea. Las colonias se ubicaban en los términos municipales de Irun, Hondarribia, Oiartzun, Pasaia, Lasarte-Oria, Aduna, según datos facilitados por Julián Urkiola. «Sabíamos que había llegado hasta nosotros y también a Navarra a través de Francia, donde hay nada menos que 35 departamentos afectados. Hasta ahora, pensábamos que se habían asentado en áreas próximas a la frontera, pero cuando a mediados de mes nos informaron de la localización de individuos en Oñati nos ha roto todos los esquemas. Hemos visto que el problema comienza a extenderse. Si está ya en Oñati, no tardará en llegar a Álava, Vizcaya y a Cantabria. Y de ahí, hacia la península», afirma el presidente de los apicultores, que recuerda que cada temporada, la especie avanza alrededor de treinta kilómetros.

Desde el verano pasado

La presencia de avispas asiáticas fue detectada el pasado verano por la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa, que envió varios ejemplares a los laboratorios de Neiker-Tecnalia para su análisis. Los investigadores concluyeron que las muestras procedían de diferentes nidos y que su aparición no era casual.

En noviembre, los criadores difundieron un mensaje inquietante. «Ya la tenemos entre nosotros, se expandirá rápidamente y debemos aprender a controlarla», dijeron. Esto mismo lo habían dicho en 2005 sus colegas de Aquitania, donde esta avispa se detectó a finales de dicho año por primera vez en Europa.

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El temor a la especie invasora está más que justificado. Son individuos poderosos. Poseen una longitud de 30 milímetros y las reinas pueden ser incluso mayores. Su corpulencia es tres veces superior que la de la abeja europea.

Pero lo peor de todo es que el alimento principal de este tipo de avispa es la abeja. Le secciona la cabeza así como la parte del aguijón y luego la devora o bien la transporta al nido para alimento de la especie. Al final del otoño, cuando las abejas se retiran, esta avispa se atreve incluso a entrar en las colmenas. Se estima que son suficientes cuatro individuos para provocar la muerte de toda una colmena.

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Julián Urkiola recuerda que la 'Vespa velutina' ha provocado en Aquitania un gran número de bajas en la población de abejas. «Atacan principalmente a aquellas que llegan cargadas de polen y cuyos movimientos resultan más torpes», explica el apicultor.

Hasta Europa

Urkiola afirma que la expansión de la avispa debe ser tratado como un problema suprarregional e incluso por la propia Unión Europea. «Hasta ahora, las administraciones de Gipuzkoa, Álava y Vizcaya y las asociaciones de apicultores hemos mantenido encuentros al objeto de analizar las posibles medidas que se pueden adoptar para atajar el problema. En este sentido, hemos pedido a Neiker un proyecto de investigación para que puedan dar con la feromona que atraiga a las avispas a las trampas. Nos han dicho que esta investigación se puede prolongar varios años. En Francia también están trabajando en esta materia», señala el presidente de la asociación que agrupa a 526 recolectores.

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Los apicultores van más allá. Demandan que la 'Vespa velutina' sea contemplada como una especie invasora y sea combatida como tal. «No es un problema exclusivo del apicultor o de un sector. Es un problema medioambiental. Si desciende la población de la abeja, no va a haber polinización y ello generaría un desastre ecológico. Por ello, las administraciones, ya sean del País Vasco, España o de Europa, han de darse cuenta el problema y tomar cartas en el asunto», afirma Julián Urkiola.

Los apicultores afirman sentirse «impotentes» ante este avance de la avispa. «No sabemos qué hacer. Ni siquiera sabemos si con las trampas que estamos instalando lo estamos haciendo bien, porque algunos técnicos nos dicen que con ello podríamos estar contribuyendo a la expansión, ya que si nosotros eliminamos ejemplares, desaparece la competencia territorial entre ellas y, por lo tanto, las que quedan campan a sus anchas», señala Urkiola.

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