DV
Sábado, 4 de junio 2011, 05:35
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En el caso de los escoltas que quedarán en paro con la reducción de los servicios de seguridad, uno de los problemas a los que se enfrenta el sector es su difícil reconversión. Aunque nunca se han proporcionado cifras oficiales, se estima que en Euskadi y Navarra trabajan más de 3.000 guardaespaldas.
Desde las instituciones se barajó la posibilidad de dar salida a este colectivo con los servicios que se prestan a las mujeres amenazadas por la violencia machista. En la consejería de Interior se ha barajado la posibilidad de sustituir a los agentes que realizar labores de custodia en edificios públicos por escoltas reconvertidos en vigilantes, en un intento de aumentar el número de ertzainas que trabajan en la calle.
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