Cien años en la trinchera sindical

ELA celebrará el próximo sábado su centenario por todo lo alto. Un acto con el que pretende reafirmar el sindicalismo abertzale y de clase que enarbola, así como la defensa de los intereses de los trabajadores y de la construcción nacional vasca. La central quiere demostrar que está más viva que nunca, como lo revela el hecho de ser el sindicato mayoritario del País Vasco, con 109.318 afiliados y el 40,33% de representación sindical.

23 de julio de 1911. Fundación. ELA fue fundada el 23 de julio de 1911 en Bilbao por un grupo de 178 trabajadores bajo el nombre de 'Solidaridad de Obreros Vascos'. Durante los primeros años la actividad se centra en el socorro y ayuda mutua entre afiliados a través de distintas vías: comedores para los parados, subsidios especiales, atención médica, escolarizacion, cooperativas de consumo... También tiene una participación activa en los distintos conflictos que se suceden, entre los que destaca el de los talleres del diario 'Euzkadi'. En aquel contexto de tensión y enfrentamientos, los disparos de la Guardia Civil acabaron con la vida de uno de sus miembros: Marcelino Charterina, de Talleres Ardanaz.

1929. Primer congreso. El primer congreso del sindicato se celebra los días 12 y 13 de octubre en el frontón Astelena de Eibar. Toma impulso la dinámica reivindicativa.

1931. República y Estatuto de Estella. Las fuerzas nacionalistas comienzan a preparar un estatuto que recoja las aspiraciones del pueblo vasco. ELA realiza aportaciones, que fueron recogidas, aunque de forma «muy insuficiente».

1933. Segundo congreso. Se celebra en Vitoria los días 29, 30 de abril y 1 de mayo. Se produce la integración en la Confederación de la organización de empleados, que conlleva el cambio de nombre a 'Solidaridad de Trabajadores Vascos' (STV).

1936. Sublevación militar y guerra. Cuando se disponía a celebrar su III Congreso en Pamplona -contaba ya con 50.000 afiliados-, se produce la sublevación militar franquista. La central crea dentro del ejército de Euskadi su propio cuerpo: el Batallón San Andrés, compuesto por mandos y afiliados al sindicato.

1976. Tercer Congreso. El renacimiento de ELA . En el ocaso del régimen franquista ELA celebra su III Congreso en dos partes: la primera, de trabajo y debate se celebra en Zornotza; la segunda, la presentación pública, en Eibar. Este congreso aprueba los nuevos principios y estatutos del sindicato, que se convertirán en sus señas de identidad: sindicato nacional y de clase, independencia respecto a los partidos políticos, abierto a todos los trabajadores, independencia económica con una financiación mediante cuotas, carácter confederal, caja de resistencia y solidaridad internacional. Una línea que será ratificada en congresos venideros. Alfonso Etxeberria, que dirige la salida de la clandestinidad, es el nuevo secretario general.

1977. Legalización y primer desmarque. ELA se opone a los Pactos de la Moncloa -firmados por todos los partidos, que arrastran a los sindicatos vinculados a los mismos- por «antisociales». Inicia una política sindical contraria a los pactos sociales que se mantiene hasta hoy día.

1979. Estatuto de los trabajadores. Primeras movilizaciones y manifestaciones masivas del movimiento obrero vasco contra el Estatuto de los Trabajadores, fruto de un acuerdo entre UGT y CEOE.

1982. Fallece Manu Robles-Aranguiz. El 28 de enero fallece una figura hitórica, el que fuera presidente de ELA desde 1933: Manu Robles-Aranguiz.

1984-1985. Reconversión salvaje. ELA se opone a una reconversión salvaje provocada por la crisis. El conflicto del astillero Euskalduna es emblemático. La reforma de pensiones en 1985 provoca que ELA convoque una huelga.

1991. Recesión. Comienza una década marcada por la recesión y por la «imposibilidad» de la unidad de acción con CC OO y UGT. ELA reivindica con LAB el Marco Vasco de Relaciones Laborales en una manifestación considerada histórica.

2002. Lizarra-Garazi. ELA apoya el proceso de Lizarra-Garazi como vía para superar el conflicto vasco. Exigía la superación del actual marco jurídico político, reivindicaba el derecho a decidir del pueblo vasco y el final de la lucha armada.