Jabier Muguruza, con Mikel Azpiroz al piano, en el estreno de su undécimo disco propio. :: G. RIVAS
CRÍTICA MÚSICA

Postales de otoño

IÑAKI ZARATA

Domingo, 6 de noviembre 2011, 03:54

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Como las aves migratorias, como los vientos del sur, aunque con una cadencia menor en el tiempo, Jabier Muguruza regresa cada algunos otoños al espacio donostiarra Imanol Larzabal-Lugaritz para mostrar una nueva colección de postales cantadas.

El viernes le tocó el turno a 'Bikote bat', úndécimo disco autónomo del ex Les Mecaniciens o Joxe Ripiau. Nueve nuevas tonadas (más dos piezas instrumentales) en su conocido registro intimista, medio cantado medio recitado. Un delicado desarrollo compositivo en base a su voz y acordeón y el veterano piano de Mikel Azpiroz, con coros de Mireia Otzerinjauregi en la grabación.

El estreno en directo (harán lo propio el próximo miércoles 9 en el Kafe Antzokia de Bilbao) consistió en un desnudo mano a mano entre cantante y pianista, quienes han acumulado un año de complicidad desarrollando la nueva obra.

En el recogido auditorio antiguotarra, repleto de colegas y amigos del cantautor irundarra, Jabier hizo promesa de respetar el ambiente de silencios del disco, sin alargarse demasiado en su gusto por la charleta. Unas intencionas a medias porque el bidasotarra tiró de nuevo hábilmente de ironías, historias y comentarios, intercalados entre canciones.

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El esquema escénico, ahora desnudado casi a mínimos, pareció perfecto para el tono de la nueva obra. La desoladora 'Bikote bat', con texto de Harkaitz Cano. La sabrosa 'Gosari jendetsua', de Gerardo Markuleta. La felicidad mojada de 'Euria ari badu' (José Luis Padrón). El misterio ambiental de 'Arima lapurra', de Iñaki Irazu. La impotencia que describre el mismo poeta en 'Lausoa kristalean'. La juerga, participación obligada del público incluida, con el juego de 'Estralurtarrak', de Rikardo Arregi. El goze nocturno de 'Gauez iristea', escrita por Lourdes Oñaederra. La perezosa 'Cansancio' (única interpretación en castellano de la noche), de Javier Rodríguez Marcos, colaboración para una colección que dirigió el veterano extremeño Pablo Guerrero. Y la feliz 'Paradisurako jaioak gara', de Bernardo Ataxga, con estribillo en francés para corear.

Hubo dos instrumentales: 'Jolasean' (Azpiroz solo) y 'Aitarekin bidaian' (de la obra de teatro de Muguruza con J. R. Soroiz). Más dos aires anteriores: la entrañable 'Benino edo Benito' y la tristeza de 'Mazisi Okeita Denbelek'. Y la despedida con la catalana 'Tan petita' y la amical oferta 'Eskaintza'. Contra los lógicos riesgos y nervios de todo estreno, el tándem Muguruza-Azpiroz se mostró detalladamente compenetrado y Jabier pareció más entonado y seguro que nunca. Saboreemos esta bonita postal y que en un par de otoños recibamos otra nueva.

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