FERNANDO ITURRIBARRIA CORRESPONSAL
Lunes, 19 de diciembre 2011, 03:55
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La Justicia francesa imputa a Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, 'Ata', el último gran jefe del aparato militar de ETA, la autoría material de los tres disparos que acabaron con la vida de los guardias civiles Raúl Centeno Bayón y Fernando Trapero Blázquez, el 1 de diciembre de 2007 en Capbreton (Las Landas). El auto de procesamiento que acaba de ser dictado en París plantea el doble crimen como un golpe de fuerza del entonces jefe de la logística militar en el pulso cismático entablado por el poder interno en el comité ejecutivo con Xabier López Peña 'Thierry', responsable del aparato político. El sumario recién clausurado tras cuatro años de instrucción por tres magistrados antiterroristas se convierte así en un juicio a la militarista ETA de 'Ata' en el que también están imputados altos dirigentes como Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', Ibon Goieaskoetxea Arronategi, 'Emil', e Iratxe Sorzabal, 'Ezpela', ésta última procesada en rebeldía.
La conclusión de los jueces Laurence Le Vert, Yves Jannier y Edmond Brunaud es que los asesinatos fueron decididos sobre la marcha en el mismo lugar de los hechos por Karrera Sarobe, en su calidad de miembro de la cúpula, al coincidir por casualidad con los guardias civiles que desayunaban en una cafetería de Capbreton. Era el primer día de la misión de Centeno y Trapero en un dispositivo común de vigilancia con los Renseignements Généraux (RG, servicios de información) formado por 17 guardias civiles y 9 agentes franceses para detectar activistas de ETA por las zonas turísticas del litoral atlántico al sur de Burdeos.
Según la reconstrucción definitiva, aquella mañana lluviosa y desapacible 'Ata' entró en la cafetería Les Ecureuils a las 8.40 horas acompañado por sus subordinados Saioa Sánchez Iturregi, 'Hintza', y Asier Bengoa López de Armentia, 'Pagadi'. Poco después Centeno y Trapero llegaron al establecimiento casi vacío y se sentaron a tomar un par de cafés hablando en español en una mesa contigua a la del trío. A las 8.53 los dos guardias civiles pagaron sus consumiciones y se montaron en su coche camuflado, visible desde el ventanal, donde permanecieron escuchando su radio de servicio. Sintonizada en el canal 3 A, reservado a los guardias civiles, el volumen sonoro hacía perfectamente audible las comunicaciones en español desde el exterior del vehículo, un Peugeot 307 perteneciente al Ministerio del Interior francés.
A las 9.01 los tres activistas abonaron 6,60 euros por un café con leche y dos chocolates calientes antes de salir al aparcamiento. Los guardias civiles, que estaban desarmados, se disponían a arrancar pues el freno de mano estaba bajado, el motor en marcha y los faros encendidos. Pero los agresores interrumpieron la maniobra para ejecutar el plan criminal pergeñado en poco más de diez minutos al darse cuenta de la profesión de aquellos clientes.
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Balazo en la cabeza
'Ata' abrió la puerta delantera del copiloto mientras 'Hintza' y 'Pagadi' le cubrían a derecha e izquierda del vehículo. A gritos, escuchados por una testigo, les exigió que le confirmaran que eran guardias. La radio habló por ellos. Entonces se apoderó de los carnés profesionales de Centeno, cuyas copias escaneadas aparecieron en abril de 2009 en poder del aparato de falsificación de ETA. Ya seguro, los ejecutó de tres disparos. La secuencia del altercado y los tiros se desarrolló entre las 9.03 y las 9.07.
El primer balazo fue contra Trapero, el pasajero. A menos de 10 centímetros del cráneo, le atravesó de derecha a izquierda a nivel del hueso temporal. El segundo tiro cruzó la cabeza de Centeno, que estaba sentado al volante, de derecha a izquierda a la altura de la mandíbula. Como el conductor logró incorporarse y apoyarse en el exterior del coche, corrió al otro lado para rematarlo 30 ó 40 segundos después desde la puerta delantera izquierda. Lo agarró con su mano izquierda para agacharlo contra el salpicadero y le disparó un tiro por el parietal posterior que le causó la muerte instantánea. Trapero falleció la mañana del 5 de diciembre en el hospital de Bayona.
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El olor corporal de Karrera fue identificado en una silla de la cafetería. Su estatura, 1,82 metros, es compatible con la descrita por un testigo presencial, quien declaró que el pistolero medía más de 1,77. Además, su huella genética apareció en un enganche del coche que el comando robó a punta de pistola en su huida. La propietaria lo reconoció formalmente como el hombre que le dijo «así esta noche tendrás una historia que contar a tu hijo» al abandonarla atada a un árbol en un pinar.
La rehén también identificó a Sánchez como la chica que llevaba las uñas pintadas de rosa así como unos llamativos pendientes criollos y cuatro pulseras metálicas plateadas. Los ornamentos le fueron intervenidos cuando fue detenida a mediodía del 5 de diciembre en el centro de Francia en compañía de Bengoa tras una rocambolesca huida de mil kilómetros en autobuses, taxis, coches robados y auto-stop con los gendarmes en los talones y Karrera ya en sitio seguro. En uno de los autos abandonados por la pareja se hallaron mechones rubios y restos de tinte con el que la mujer se había teñido el pelo recién cortado para modificar su apariencia. Al hombre, como a ella, también le delató el rastro oloroso dejado en los asientos de la cafetería.
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El arma homicida no ha aparecido. En el escenario del crimen se recogieron tres casquillos, de marca Fiocchi y calibre 9 milímetros. De su análisis se deduce que se trata de una pistola semiautomática Smith & Wesson modelo MP9. Se descubrieron 23 casquillos percutidos por ella en una bolsa abandonada en el coche con el que el comando llegó y se fue de Capbreton. También había 48 disparados por la pistola de Sánchez. Todos procedían de ejercicios de tiro al aire libre con dianas de cartón tras los que se buscan las vainas para eliminar evidencias.
'Txeroki' y Goieaskoetxea
Ese vehículo, un Peugeot 307 robado cuatro meses y medio antes, era utilizado manifiestamente por la jefatura del aparato militar. Además de las huellas del trío de Capbreton, se identificaron en él las de 'Txeroki', 'Emil' y 'Ezpela'. Este núcleo duro, enfrentado a los 'políticos' de 'Thierry' por el control interno, tenía como base de operaciones un piso en Toulouse. Alquilado a partir del 1 de noviembre por Goieaskoetxea, durante el mes previo a los asesinatos, fue frecuentado por Aspiazu, Sánchez, Bengoa y Eider Uruburu Zabaleta, otra activista. Pero en la vivienda no se detectó el rastro de Karrera y Sorzabal. Detenido en Bayona en mayo de 2010, 'Ata' reconoció como suya a principios de este año en el registro civil a la niña que la huida dirigente dio a luz el verano de 2009 en una clínica de Annecy (Saboya).
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A juicio de la acusación, los asesinatos de Centeno y Trapero obedecieron a una doble lógica en el seno de ETA. Por un lado, atacar a un objetivo clásico y simbólico como la Guardia Civil en respuesta a su estrecha colaboración con las autoridades policiales galas. Pero, por otra parte, 'Ata' buscaba justificar sus críticas a la inactividad e inoperancia reprochadas a la otra facción de un 'Zuba' (comité ejecutivo) al borde de la ruptura. Dar el paso unilateral de matar en Francia sin justificación de autodefensa o de evitar un arresto, un giro no acordado previamente por la dirección, fue una forma de promover por la fuerza sus ideas más radicales gracias a una legitimidad renovada ante los miembros del aparato militar, según el análisis de los servicios antiterroristas franceses.
La huida hacia adelante por la espiral de la violencia culminó el 16 de marzo de 2010 en la región de París con la muerte a tiros del brigadier-jefe de Policía Jean-Serge Nérin. En dos casquillos del calibre 45-auto, recogidos en el lugar del tiroteo y percutidos por el arma del último crimen en el historial de ETA, han sido identificadas las huellas genéticas de Karrera Sarobe, el general que bañó con sangre del conflicto vasco el suelo francés.
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Pamplona, 1972. Último gran jefe de ETA, detenido en Bayona el 20 de mayo de 2010.
Bilbao, 1973. Detenido en Cauterets (Altos Pirineos) en noviembre de 2008.
Irun, 1971. Huida. Fue uno de los tres terroristas que decretó el final de ETA el 20 de octubre.
Gernika, 1965. Detenido en Cahan (Baja Normandía) el 28 de febrero de 2010.
Barakaldo, 1981. Detenida el 5 de diciembre de 2007 en Châteuneuf-de-Randon (Lozère).
Vitoria, 1976.Detenido el 5 de diciembre de 2007 en Châteuneuf-de-Randon (Lozère)
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Bilbao, 1978. Detenida en Saint-Saturnin (Puy de Dôme) el 9 de enero de 2010.
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