I.G.
Jueves, 8 de marzo 2012, 03:59
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María Iriarte cumplió el martes 105 años y, por ese motivo, la concejala de Servicios Sociales, Maite Peláez, la visitó para felicitarle y entregarle un ramo de flores en la Residencia San Gabriel, donde reside. María, que tiene una salud delicada, es la mujer más anciana de Gipuzkoa después del fallecimiento de Sabina Castillo, vecina de Errenteria que murió el 26 de febrero a la edad de 106.
En una fecha tan señalada, su familia quiso recordar la impactante historia de esta hondarribitarra que nació en 1907. Su padre Manuel era guardamontes y a finales de 1906, encontró y recogió una granada en el monte y se dispuso a llevarla al Fuerte de Guadalupe. La fatalidad quiso que el artefacto explotara cuando se encontraba junto a sus hijos de once y trece años, falleciendo los tres y dejando viuda a Manuela, la madre de María que estaba embarazada de seis meses. La mujer tuvo que hacerse cargo a duras penas del resto de sus hijos, hasta que también falleció por una peritonitis en 1909, cuando María sólo tenía dos años. En aquel momento los hijos fueron repartidos y María se crió alejada del resto sus hermanos y junto a una mujer soltera. Con el tiempo, se formó, viajó, fue profesora y regresó a vivir a Hondarribia.
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