Apoteosis. El 'Bidasoa Eguna' fue el epicentro de los actos de la celebración del cincuenta aniversario y el partido de Artaleku, lo más emotivo y multitudinario. :: FERNANDO DE LA HERA
BIDASOAN

Gracias, Bidasoa

Llegó el 'día B' del Bidasoa y el acto de cierre de su cincuenta aniversario. Fue un día genial, repleto de efectos y emociones

manudelapuente@yahoo.esMAÑU DE LA PUENTE

Martes, 12 de junio 2012, 05:57

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CASI no sé por dónde empezar, después de haber vivido momentos tan emotivos y sentidos, a la par que alegres y esperanzadores por un futuro mejor. El Club Deportivo Bidasoa ya ha cumplido 50 años y hasta tiene plaza en el entorno de San Juan. Pero tiene más: una historia estupenda, que le convierte en el mejor club de Euskadi a nivel de títulos; una gran directiva, que ha sucedido a otros de nivel; una plantilla que tiene que seguir creciendo; y una afición que roza el '10', pero que aún tiene que dar más pasos. Sólo quiero que los bidasotarras que han disfrutado de estas jornadas sigan con la entidad, que no suceda como con las tiendas que se inauguran, que se llenan el día en que abren -sobre todo a la hora del lunch- pero que apenas son visitadas con posterioridad. La consigna es: 'Bidasoa, ayer, hoy y siempre'.

El relato de la efeméride ya la conoce el lector gracias al trabajo de mis compañeros. Yo voy a tratar de hurgar en la intrahistoria del club y contar detalles 'made in Mañu'. Así que, voy a empezar con los artífices del evento cincuentañero, dando las gracias a la comisión formada al efecto, de la mano de la actual directiva, que la forman José Ángel Sodupe, presidente; Mario Hernández, vicepresidente; Agustín Aparicio, tesorero; además de José Antonio Isidro, Mila Vergara, Salva Pombar, Juan Pedro Chaparro, José Ángel González y Aritz Sodupe. También, Isabel Ocasar y José Enrique Alba.

No haría justicia si no citase a los presidentes que han llevado las riendas de la casa de color azul y amarillo. Empezó José Miguel Arana y le siguieron Manolo López, Emilio Visiers, José Antonio Quiñones, Beñardo García, Luisote Cuñado, Beñardo García de nuevo, Javier Sesma y Sodupe. Sus directivos también lo dieron todo, como un vicepresidente que no quiero olvidar. Se trata de Eduardo de la Puente, con el que tuve bastante que ver a lo largo de los 45 años que estuvo entre nosotros. Un fenómeno como directivo, como médico y como persona.

Punto y aparte para los entrenadores: José Antonio Apezteguia 'Bullas', Antxon Goikoetxea, Carlos Iglesias, Juantxo Villarreal (que no marcó época, sino épocas), Ivan Sopalovic, Mario Hernández, Jordi Ribera, Julián Ruiz, Aitor Etxaburu, Jordi Rivera otra vez, Julián Ruiz, Fernando Herrero y el que venga.

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El logro de títulos de auténtica vitola tiene su relevancia, pero en este pequeño recorrido por el devenir de la entidad quiero dedicar un parrafito al año de su germen. Corría 1945 cuando a una cuadrilla le dio por jugar a balonmano. Eran los Cajo, Casas, Vicente Fernández de Barrena, 'Colitas', Anza, Manolo Nieto y 'Txato' García. Tenían 16 años y dieron el primer lustre al club que se formaría siete años después y que ascendió en 1970 a División de Honor.

El momentazo lo fue después de aquel escándalo del Uranzu que me recuerda Manolo López: «Jugábamos contra el Bofarull y uno de sus jugadores, Herminio, empezó a repartir hostias a todo el que le decía algo. Hubo intervención policial y todo. Total que, perdimos. Pero como un club renunció a la categoría, nos la jugamos con el Seat de Madrid en el campo catalán del Picadero Damm, el de las cervezas. Ahí no fallamos y con el 16-10 final logramos el ascenso».

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Volvamos al tiempo presente y al partido de viejas y jóvenes glorias. Me lo pasé pipa. En presidencia estaban José Ángel Sodupe y su esposa, Blanca López; Javier Santano Rodríguez, con sus aitatxos, José Antonio y Lourdes; Nerea Páez Morondo, con los suyos, Miguel Ángel y Ainhoa; además de Alberto Buen, Javier Sesma y 'Zan'. Vi a Beñardo García y a su hija Sonia, con Fernando Morondo y Javier Mendibil Sr; a Jon Koldobika Serrano, que veía desde casa los partidos del Bidasoa en un Uranzu descubierto; al diputado estatal y exjugador, Xabier Mikel Errekondo; al director foral de Juventud y Deportes, Jokin Mélida, un tío de lo más agradable; y a David de Jorge, 'Robin Food'.

Me encontré con mi colega de EL DIARIO VASCO Jorge Sainz, 'Jordi' para casi todos. Estaba con su esposa Leyre García, trabajadora social de Fundación Matía, que también ha colaborado con el Bidasoa en una serie de actos. Y con Leyre, su compañera Aitziber Indart. 'Jordi' también estaba encantado con el nombramiento de Ainara González -que es prima segunda suya- como cantinera de Lapize. Ainara también es colega.

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Y luego me di una vuelta por la nueva plaza del club. Estaba el alcalde y todos los concejales nombrados, además de Belén Sierra, Goizane Álvarez, Cristina Laborda, Manolo Millán, Xabier Iridoy, Josune López, Juan Carlos Martínez, José Manuel Lizarraga y mi amigo Santiago Reyes.

No hubo ni cura ni bendición, pero fue un momento genial para un club como el Bidasoa al que le doy las gracias.

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