Mil niños son tratados de alergia a la leche cada año en el Hospital Donostia

Un bebé de unos ocho meses sale feliz en brazos de su amatxo de la consulta de alergias de Pediatría Infantil, en el Hospital Universitario Donostia. Es uno de los 20 niños que cada semana es atendido en esta planta porque le han detectado, en su casa o en el pediatra, alergia a la leche. Un producto que se encuentra en infinidad de alimentos y que por sí sólo lo es. Sin embargo, por su genética, el cuerpo reacciona de una forma desmesurada, con dermatitis, escozores y hasta una peligrosa inflamación de la epiglotis cuando toman estos productos alimenticios. Incluso el simple contacto de la boca de un familiar que ha bebido leche con el moflete del bebé puede producir enrojecimiento de la piel.

La alergóloga Eva Lasa es la responsable de esta consulta y el doctor Joral es el jefe del servicio de Alergología. Desde que lleva abierto, en enero de 2011, atiende al año a unos 1.000 menores que presentan esta respuesta desmesurada a la ingestión de leche. En otoño comenzarán los tratamientos contra la alergia al huevo.

Con el primer biberón

Los padres detectan que a su bebé o a su hijo pequeño le pasa algo cuando toma el primer biberón: vómitos, erupciones cutáneas, dificultad respiratoria... Le llevan al pediatra o incluso a Urgencias. De ambos servicios les derivan a Alergología del Materno Infantil. La especialista Eva Lasa señala que «lo primero que hacemos es el estudio del pequeño. En principio les recomendamos una dieta sin ese alimento y se les da un tratamiento de rescate, con el fin de que si les vuelve a suceder, atajen la reacción alérgica. Porque la leche y el huevo están en multitud de alimentos y son alimentos básicos».

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