Más de cien metros de escaleras mecánicas

A 45 metros bajo tierra. Los usuarios de la nueva estación del Metro de Donostialdea de Intxaurrondo tendrán que bajar ese desnivel para subirse al tren que tanto tiempo llevan esperando. Eso sí, si así lo desean, no tendrán que hacer esfuerzo alguno. Un moderno sistema de escaleras mecánicas se ocupará de darles la bienvenida en la misma boca de acceso y llevarles muy cerquita del andén. Y no será cualquier mecanismo. Las de Intxaurrondo son las escaleras mecánicas más largas instaladas en el Estado, según asegura la empresa que las fabricado y colocado. En total, son más de cien metros de empinados escalones automáticos concatenados, que suponen un viaje subterráneo de más de dos minutos. «No hay nada así. La estación de Intxaurrondo va a ser la envidia de cualquier metro de Europa», sostiene Juan Carlos Soto, director de la zona norte de ThyssenKrupp, empresa que se ha encargado de fabricar e instalar las escaleras mecánicas.

La movilidad para los 16.000 vecinos del barrio donostiarra de Intxaurrondo va a dar un giro de 180º a partir del próximo 4 de octubre. Ese día, entrará en servicio la nueva estación que por primera vez traerá los trenes de Euskotren al barrio. Además, la fecha coincide con la renovación del apeadero de Herrera. Con esta intervención y otras similares, Euskal Trenbide Sarea quiere convertir el 'Topo' en un Metro, ya que a partir del 4 de octubre será posible ofrecer frecuencias de trenes de 7,5 minutos desde Lasarte-Oria a Herrera, en horas punta.

Ayer, los trabajadores daban los últimos remates a la nueva estación de Intxaurrondo, donde ya lucen las singulares bocas de Metro bautizadas como 'coralinas'. Técnicos de ETS, encabezados por el director de obra Antonio López, y de ThyssenKrupp abrieron las puertas del nuevo apeadero de Intxaurrondo, a pocos días de su apertura.

Además de las flamantes bocas de acceso, la estación presume ya de tener las escaleras mecánicas más largas de todo el Estado, según aseguran los responsables de ThyssenKrupp, empresa que se adjudicó la obra y mantenimiento por tres años de la instalación.

En concreto, se han instalado doce dispositivos automáticos, de los cuáles ocho son elevadores de gran tráfico y están consideradas como las más altas y más largas instaladas en el Estado.

Según explicó Juan Carlos Soto, se trata de una escalera mecánica que salva un desnivel de 17,95 metros y con una longitud de base de 37,56 metros. Junto a esta máquina, se han instalado otras más pequeñas, para salvar un desnivel de 4,5 metros.

A 0,65 metros por segundo

En cada boca del Metro de Intxaurrondo se han instalado seis escaleras, tres para subir y otras tres para bajar. Bajando por el acceso de la plaza Sagasti Eder de Intxaurrondo, en primer lugar se toma una escalera de 4,5 metros de desnivel, a la que le siguen dos mecanismos de 17,95 metros. En total, más de cien metros de escaleras.

La velocidad de movimiento de las escaleras es de 0,65 metros por segundo. Cronómetro en mano, el viaje entre la boca del Metro y el fin de la última escalera mecánica es de alrededor de dos minutos. Desde allí, faltan cuatro metros de desnivel hasta el andén, que se salvan con escaleras convencionales o con elevadores.

Las escaleras mecánicas instaladas en Intxaurrondo son de movimiento reversible y están pensadas para situaciones de mucho tráfico de viajeros. «En su concepción hemos tenido en cuenta los partidos de fútbol de la Real Sociedad. Las escaleras son capaces de mover a 100.000 personas a la hora», asegura el director de la zona norte de ThyssenKrupp.

La nueva estación de Intxaurrondo entra en servicio el 4 de octubre. Para entonces también estará terminada la renovación de la plaza Sagasti Eder, dañada durante la obra ferroviaria.

Para fin de mes se espera la adjudicación del primer tramo del Metro bajo el centro de Donostia: Lugaritz-La Concha.