PPLL
Sábado, 27 de octubre 2012, 03:28
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El cambio de hora en la madrugada del domingo no trae sólo buenas noticia: de ahora en adelante la luz se irá antes y los cambios anímicos son mayores que los biológicos. El cambio al horario invernal es menos duro que al veraniego. E l jefe de Neurología del Hospital Infanta Cristina de Parla (Madrid), David Pérez, explica que «en el cambio del horario primaveral las consecuencias duran tres o cuatro días, pero en el invernal, en un día estaremos adaptados». Según Pérez, influye más en ancianos y en los más pequeños, aunque estos últimos tienen una gran facilidad de adaptación. Las personas que sufren enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkison, lo sufren mucho más.
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