El local cerrado de la calle Pescadería pertenece a la Fundación Zorroaga. :: ÁLVARO V.
SAN SEBASTIÁN

Una apuesta alimentaria diferente

Zorroaga y Gureak trabajan en un proyecto que supera el concepto de comedor social y que estaría destinado a familias y mayores

A. VOZMEDIANO

Martes, 18 de junio 2013, 09:32

Es una de las iniciativas ciudadanas que buscan apoyar al resto de los habitantes de Donostia. La idea, en principio, no es compleja: el patronato de Zorroaga cede uno de sus locales, ahora cerrado y sin uso en la calle Pescadería de la Parte Vieja y Gureak aumenta su capacidad de ofrecer comidas para un colectivo que tiene serias dificultades para conseguir comida cada día. Y que vive en la ciudad.

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«Hay mucha gente que tiene este problema», se asegura desde el Ayuntamiento. En el último pleno, el alcalde afirmó que hay 4.000 donostiarras que no consiguen «llegar a fin de mes con dignidad».

La directora municipal de Servicios Sociales, Tere Barrenetxea, explicó que el Consistorio se limita a aportar su experiencia y su trabajo, porque queda por determinar qué perfil de persona acudiría a este local o a otros que pudieran abrirse en otros barrios de la ciudad, una opción que no está descartada.

Una ley de 2008, aún sin desarrollar, establece que los ayuntamientos deben contar con centros sociales de día, además de esta iniciativa externa que ha surgido desde Zorroaga y Gureak. Lo que Tere Barrenetxea quiere dejar claro es que no se habla de un comedor social, que el proyecto está todavía «en pañales» y que no se sabe aún qué perfiles se va a atender.

«No sabemos si será una comida con mesa, con tuper, recogida de alimentos para llevar a casa... Se ha hablado de empezar con las personas mayores pero, por ejemplo, no está definido si pueden entrar o no menores de edad. Lo que quisiéramos es poder atender todas las necesidades y una de nuestras prioridades son las familias. Quedan muchas cuestiones por perfilar, por ejemplo si se cobraría una cantidad simbólica, si se recurriría a voluntariado o se contratarías profesionales».

Tras la primera reunión mantenida entre las dos entidades y el Ayuntamiento, Zorroaga decidió limpiar el local de la calle Pescadería que se encuentra cerrado desde hace tiempo. Y a la vez, comenzó una recogida de firmas en el barrio, ahora interrumpida, en contra del proyecto.

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Confusión

En el Consistorio se cree que se ha generado confusión entre los vecinos y que de lo que se trata en etos momentos de crisis es de aprovechar iniciativas que surgen amparadas en una ola de solidaridad que en este caso ha surgido desde dos entidades con solera, Zorroaga y Gureak. Esta última prepara 1.700 comidas al día, pero tiene capacidad para, sin necesidad de incrementar personal, generar otras 300.

Desde el Ayuntamiento se asegura que habrá nuevas reuniones para detallar las características de este centro de día y de un modelo «mucho más completo» que un comedor social, una denominación que, al parecer, se asocia por parte de muchos vecinos a marginalidad y a conflicto.

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«Hablamos de una iniciativa diferente, de una unidad alimentaria pensada para diferentes problemas de la ciudadanía en relación con la comida».

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