Eñaut Elorrieta lleva al Principal el concepto de exilio de 'Deserriko kantak'

El concepto de exilio que el cantautor Eñaut Elorrieta -líder del grupo Ken Zazpi- desarrolló en su primer disco en solitario, 'Deserriko kantak', lo llevará hoy al escenario del teatro Principal de Donostia en un concierto en el que estará acompañado por los músicos que grabaron junto a él.

«Se trata de un disco conceptual donde trato la idea del exilio visto desde diferentes perspectivas: el exilio social, el político, e incluso el exilio personal», comentaba ayer el compositor durante la presentación del concierto. «He querido realizar un viaje y para ello he recurrido a diferentes plumas, tanto de Euskal Herria como de fuera, y también a diferentes épocas. Lo que más me interesaba era ver cómo se abordaba el mismo tema con voces de diferentes sitios y de diferentes épocas».

Para el músico vizcaíno, el directo también parte del mismo concepto, «por ello va a tratarse de un recorrido a través de los diferentes exilios que, al final, casi siempre lleva al exilio de uno mismo». Bajo esta premisa, «tanto con la escenografía, como con las canciones o el el clima que busco, el directo invita a los espectadores a viajar también por el exilio, por su exilio personal», recalcaba Elorrieta.

Se trata de directos «muy cuidados» en los que el cantante ha recurrido a gente de su confianza. «De técnico de sonido tengo a Haritz Harreguy, con el que llevo muchos años trabajando y que nos tenemos muy pillados el uno al otro». También con el diseño de luces y escenográfico Elorrieta ha querido acentuar el concepto de exilio que flota en todo el proyecto.

Músicos de su generación

En cuanto al escenario, al cantautor vizcaíno le acompañan los músicos que grabaron con él 'Deserriko kantak': Rubén Caballero en las guitarras y mandolina, Txus Aranburu en las teclas, y a la batería y percusiones Igor Telletxea. «Quería músicos de mi generación con los que no había trabajado antes. No sé por qué, pero creo que también el proceso de composición y de grabación ha sido también un pequeño exilio para mí, aunque haya sido elegido».

El disco lleva ya varios meses en la calle y Elorrieta ha ofrecido bastantes conciertos. «Pensaba que, al ser un disco bastante literario y conceptualmente bastante profundo, iba a ser un trabajo de digestión lenta, pero para mi satisfacción y asombro la verdad es que la acogida que ha tenido, tanto en público como en crítica, ha sido muy buena», comentaba.

Con respecto a Ken Zazpi, y aún siendo él también autor, Elorrieta reconocía que los estilos son muy diferentes. «Ken Zazpi al final es un grupo, y en este caso el hecho de componer al margen de un grupo creo que da como resultado canciones más íntimas, con unas letras que tienen más peso». Este aspecto ha sido «muy importante» a la hora de componer, comentaba el músico, «puesto que las melodías tenían que encajarse a las letras mientras que en Ken Zazpi nos basamos mucho más en la música, de forma que la letra es la que vamos encajando en las melodías».

Elorrieta consideraba que las composiciones habían conseguido «una mezcla» entre sus melodías «más simples, más clásicas y emocionales» y las aportaciones de los músicos que le acompañan, «que han sumado su talento musical de tendencias muy actuales», pero si tuviera que definirlas con pocas palabras «diría que son canciones muy sencillas y emocionales».

Por otro lado, el cantante aseguró que para él era «muy diferente subir al escenario con Ken Zazpi que con este proyecto. Al tratarse de un disco más íntimo, por una parte me he sentido más frágil, más desnudo, pero al mismo tiempo esa fragilidad creo que también te da una cierta fortaleza... es una sensación muy diferente».