Los navíos del hambre

Los 'barcos del arroz' son como los amantes de Ava Gardner. Hubo algunos, pero luego la leyenda aumentó su número y coloreó la historia de forma desmesurada. El término -común en Andalucía, donde existe el dicho 'más perdido que el barco del arroz'- se refiere a navíos naufragados o desaparecidos cuando iban a entregar una carga de alimentos en la guerra o durante la posguerra. A partir de hundimientos aislados, el mito creció y adquirió notas pintorescas.

Empecemos por el único cuyo esqueleto todavía puede verse. Está situado en la desembocadura del Guadalquivir, cerca del coto de Doñana. Su nombre es 'Weisshorn', un navío de bandera chipriota que en 1994 transportaba un cargamento de 6.000 toneladas de arroz desde Shanghái a la capital hispalense. Embarrancó el 27 de febrero frente a las costas gaditanas, empujado por un mar embravecido. La tripulación fue rescatada, pero el cargamento no pudo salvarse. El arroz, en contacto con el agua, se infló en las bodegas hasta destrozar parte de su estructura. Los daños del temporal y esa herida interna lo convirtieron en un pecio varado que se vislumbra en la lejanía desde las playas de Sanlúcar de Barrameda.

Todos los 'barcos del arroz' arrastran muchos arcanos detrás. Sigamos con el 'Weisshorn'. De entrada, los rumores atribuyen el naufragio a una disputa económica entre el armador y el capitán. Otra leyenda se vincula con el pretendido uso que los contrabandistas dieron al buque varado. Se extendió que los narcos alijaban entre las cuadernas oxidadas del casco y que, para evitarlo, la Guardia Civil voló los restos con explosivos, de tal forma que ahora solo se aprecian la proa y la popa. El propio instituto armado desmiente esa historia.

El segundo 'barco del arroz' de Andalucía es el 'Delfin', un vapor hundido el 31 de enero de 1937 frente a la localidad malagueña de Torrox. El navío, fletado por las autoridades de la República, transportaba lentejas, aceite y bacalao para la población de Málaga, que sufría el asedio de las tropas franquistas. El carguero fue bombardeado por la aviación sublevada y enfiló hacia la costa para embarrancar de forma controlada y salvar su mercancía. En ruta fue torpedeado por un submarino italiano y se fue a pique frente al litoral de Torrox, en la playa conocida como Calaceite. La rumorología atribuye el topónimo a las fugas de esta sustancia de las bodegas del barco. Sin embargo, el nombre ya era extendido entre los lugareños antes del naufragio.

Otro buque que engrosó la lista de los 'barcos del arroz' fue el 'Alcatraz', supuestamente enviado desde Argentina con alimentos para paliar el hambre de la posguerra. Se trataría de un regalo de Perón a Franco, pero jamás llegó a España. En realidad, ni siquiera existe documentación fiable que acredite las misiones que desempeñó.

Ava Gardner debía de saber del tema. Había llegado a nuestro país en 1951 para rodar 'Pandora y el holandés errante', la historia del marinero maldito que vaga por el mundo con su barco fantasma. Ella se quedó en España y así nació otra leyenda.