!['Animal Flow': la ventaja de entrenar las posturas de la fauna](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202206/27/media/Animal_Flow_Gif_Def.gif)
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Isaac Asenjo
Madrid
Martes, 28 de junio 2022, 00:04
¿Eres fuerte o solo lo pareces? El cartel que nos recibe al entrar en el centro deportivo 'R10Lab' ya nos pone a prueba. Podemos pensar que como hacemos deporte de forma habitual estamos bastante en forma, pero si intentamos realizar algunos de los movimientos ... que nos propone Rafa Díez, uno de los nueve maestros instructores de Animal Flow en el mundo –un novedoso programa de entrenamiento que consiste en imitar el movimiento de los animales usando nuestro propio peso– quizás nos demos cuenta de nuestras debilidades en relación a la movilidad, flexibilidad o estabilidad.
Pruebe a sentarse en el suelo con las piernas dobladas y las palmas de las manos apoyadas tras los glúteos. Elévese ligeramente e intente avanzar hacia delante y hacia atrás; esta postura se conoce como 'traveling crab' (cangrejo viajero). En este centro casi todas las rutinas están inspiradas en el movimiento animal, con el cuerpo como herramienta de trabajo sin necesidad de material de ningún tipo y con nombres en inglés.
Si el anterior movimiento le pareció sencillo, puede complicarlo algo más colocando una mano hacia atrás y elevando la espalda como para si hiciera un puente. Es el 'crab reach', un tipo de estiramiento que simula un cangrejo en ataque. «Este gesto ayuda a mejorar la estabilidad, el control corporal, el equilibrio, la movilidad articular y también fortalece el hombro y la espalda.
En esta posición ponemos en juego la comunicación entre la cadena extensora de la espalda y la cadena flexora anterior», precisa Díez. El instructor explica que lo de ponerle nombre de animales a las rutinas «es para ayudar a entender el movimiento que queremos realizar. Detrás de cada desplazamiento hay mucha ciencia, de ahí que sea más adecuado poner nombres que indican la extremidad que queremos usar, la dirección y el comando que refleja el movimiento».
Los ejercicios no se hacen de manera independiente sino enlazados. Fluyen. Es decir, se pasa de un 'lizard walk' –imita a un lagarto desplazándose– al 'bear crawl' –la caminata de un oso– en una transición fluida y natural, realizando una coreografía en la que las figuras se suceden de forma armónica. «Buscamos potencia, agilidad y lograr una conexión neuromuscular con cada músculo de nuestro cuerpo», enfatiza el experto.
Otra de las rutinas más conocidas de este programa de acondicionamiento físico, que fusiona yoga, capoeira, 'hand balancing' o calistenia y que causa furor en las redes sociales, es el 'lateral traveling ape' o desplazamiento lateral del mono en el que desde una posición de sentadilla profunda, debemos apoyar las palmas de las manos en el suelo y desplazarnos hacia un lateral mientras levantamos las dos piernas a la vez, pero sin estirarlas. «Los ejercicios se adaptan a cada persona. En nuestras instalaciones tenemos desde principiantes a deportistas experimentados; también bailarines, médicos o fisioterapeutas que buscan mejorar sus limitaciones de rangos y coordinación. También se puede ajustar a personas con sobrepeso, mayores o quienes padecen dolor de lumbares, espalda, hombro o caderas y que deban empezar a ejercitarse», señala el instructor, que indica que en los niveles avanzados se trabajan los equilibrios y levitaciones.
Se empieza siempre desde los movimientos más básicos hasta alcanzar poco a poco los niveles superiores. La primera fase incluye hasta 29 movimientos. Ahora bien, como el Animal Flow requiere de mucha técnica en varias de sus posiciones, es aconsejable tener una adecuada supervisión en las primeras clases del entrenamiento.
El experto insiste en lo desafiante de esta disciplina, que trabaja el cuerpo en 360 grados reconectando con sus extremidades. «Te elevas, rotas, giras, y te das cuenta de que tienes que mantener la inercia para trabajar hombros, muñecas, abdominales, espalda o piernas». No hay impactos y además no solo se trabajan los músculos sino también las fascias, la red de tejido que envuelve todas las partes internas del cuerpo y que resultan fundamentales para las personas en proceso de rehabilitación tras una lesión. «Una persona que trabaje ocho horas sentadas ante el ordenador y empiece a notar el típico dolor de espalda o de hombros, si logra aumentar el rango de movimiento y elasticidad también mejorará su calidad de vida», señala Diez. Una clase se compone de las siguientes secuencias: la primera parte consta de un calentamiento de muñecas y movilidad articular; posteriormente llega la técnica en la que se enseñan varios movimientos; y se termina con el 'flow' en el que se unen todos los elementos, tanto de manera aleatoria como coreografiada.
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