

Secciones
Servicios
Destacamos
Los corresponsales de los periódicos en Bruselas explican que los portugueses siempre se postulan para las vicepresidencias de las instituciones internacionales, con una mezcla de ... discreción y visión estratégica. Mientras el resto se faja por los primeros sillones, los lusos se pasean modestamente ofreciéndose voluntarios para esos puestos de (según la cultura dominante) segundones. Como las guerras entre los poderosos por los mejores cargos acaban derivando siempre en posiciones irreconciliables, al final se opta por la solución de consenso y se elige al portugués, que era el único que optaba a vicepresidente porque a los demás les parecía poco. António Guterres es el Secretario General de las Naciones Unidas. António Costa es el presidente del Consejo Europeo.
Las primeras figuras del ciclismo mundial no han elegido este año la Itzulia y, claro, ha ganado un portugués. Joao Almeida es un excelente vencedor para una carrera que ha sido buena, disputada. A los 26 años, entra en el momento de madurez de su carrera y tiene potencial para brillar en las grandes vueltas, esas que atraen (solo en las etapas de montaña) la atención de los aficionados y los críticos que han desdeñado esa Itzulia.
Ha sido una edición complicada y se puede decir que ha terminado de forma más que correcta. Se ha corrido bien y la carrera ha tenido nivel. Ha habido lucha y alternativas hasta el final, con una última etapa en la que el juego del podio ha implicado a ciclistas de entidad como Mas, Schachmann, Skjelmose o Lipowitz. Ninguna etapa ha quedado como una línea en el palmarés, ha habido sustancia.
Con sus limitaciones presupuestarias y el eco de 2024, la Itzulia afrontaba un año delicado. No contar con Pogacar, Vingegaard o Evenepoel no es algo que esta sociedad de lo inmediato, del todo o nada, vaya a aceptar como algo natural en una trayectoria extensa, con años buenos y otros no tanto.
Todo pudo empeorar (mucho) en Beasain. Cuando Alex Aranburu pasó aquella rotonda por la derecha, a Javier Riaño, responsable de la organización, se le cambió la cara. Las imágenes eran claras. La victoria que iba a levantar la Itzulia a ojos de los aficionados vascos, los más importantes para una carrera que se ha seguido mejor en Francia –con enviados especiales a la prueba– que al sur del Ebro, se iba al limbo. Como esto es deporte profesional, hubo política y la justicia se abrió paso por caminos inescrutables hacia la solución acertada.
Se superó el momento más crítico, pero Beasain queda como un aviso. El ciclismo de primer nivel (la Itzulia pertenece al calendario World Tour) avanza a una velocidad que genera exigencias cada vez mayores. La presencia de Unipublic, empresa organizadora de la Vuelta a España perteneciente a la francesa Amaury Sport Organisation (ASO), responsable del Tour, es muy visible en la carrera desde hace un tiempo.
Para el ciclismo vasco, el triunfo de Aranburu es un balón de oxígeno en un momento crítico. Se van jubilando referentes como Mikel Nieve, Gorka Izagirre, Mikel Iturria..., están en su gira de despedida Omar Fraile y Ion Izagirre, Pello Bilbao tiene 35 años... Ya no hay herencia de la que subsistir. El eslabón que debe dar continuidad a esa generación es Aranburu (con Oier Lazkano) y que haya dado ese paso al frente, ese progreso, es importante a la espera de los Unai Iribar, Igor Arrieta, Markel Beloki, Xabier Isasa, Xabier Berasategi y demás.
El viernes se supo que hay un candidato a asumir la Federación Guipuzcoana, Santi Osoro. La situación del ciclismo vasco es más que difícil. Pogacar no hay más que uno. Hacen falta Almeidas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenida la influencer Marta Hermoso por un robo millonario en un hotel de Madrid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.