Análisis

Nere Bordatxotik

La Itzulia parte más incierta y abre una ventana a los corredores de casa, a un Ion Izagirre presente en la pelea año tras año, a Mikel Landa, a un siempre seguro Pello Bilbao, a un Mas al que vi pelear de tú a tú en la Tirreno-Adriático.

La eliminación de la crono modifica el escenario. Si bien en su día comprendía al equipo organizador encabezado por Jaime Ugarte que ubicara la contrarreloj el último día para mantener la emoción hasta el final, mis lectores conocen que yo prefería colocarla el segundo o tercer día para evitar el bloqueo de la prueba y dar margen de reacción a quienes pierdan tiempo en esa modalidad. En este caso, si me dan a elegir, prefiero mantener una cronoescalada o una contrarreloj en torno a los diez kilómetros que prescindir de ella.

La víspera del inicio de la Itzulia me permite recordar al gran Basarri, bertsolari y articulista al que muchos jóvenes quizá no han tenido ocasión de escuchar o leer. En este mismo periódico disponía de una sección denominada 'Nere bordatxotik'. Ni de lejos me comparo con él, pero me viene a la cabeza ese nombre porque el 'Casero' sin caserío escribe desde la 'Foru enparantzatik' de Astigarraga. Ya fui astigartarra de adopción entre los 11 y los 23 años. Vuelvo a serlo sin perder mi alma oiartzuarra, a cuyo pueblo siempre he estado agradecido y a cuyo Ayuntamiento doné mis trofeos en 2007, año en el que Cobo ganó la Itzulia. Después de tanto tiempo, algún destino merecían. Sigo pendiente. Y decepcionado.