Feminicidios en el hogar
Secciones
Servicios
Destacamos
Feminicidios en el hogar
Domingo, 10 de Febrero 2019
Tiempo de lectura: 3 min
Valentina tenía 37 años y llevaba 3 casada con José A. Vivían en un chalé de Collado Villalba (Madrid) con su hija de 6 años. Un día, el marido llamó a la Policía y le dijo que unos ladrones habían entrado en casa. Los agentes encontraron a la mujer muerta maniatada, amordazada y con una bolsa de plástico en la cabeza. El relato incongruente del marido los llevó a detenerlo enseguida.
Ocurrió en La Llagosta (Barcelona). Un coche apareció quemado en las afueras con los cuerpos calcinados de un hombre y una mujer dentro. Se consideró primero un suicidio, pero la Policía determinó que el hombre, llamado Miguel Ángel G., vertió gasolina dentro del coche y prendió fuego a Marisela, de 48 años, y a sí mismo. Tenían cinco hijos, dos de ellos menores de edad.
Todas las costillas y el esternón fracturados, contusiones en la boca, hematomas en torso y espalda, desgarro de hígado, rotura de tiroides y edema pulmonar. Andrés H. O., de 39 años, mató de una paliza brutal a su pareja, Ana Belén, en su casa en Barranco Grande (Tenerife). Intentó camuflar el crimen con un incendio. Luego alegó que había consumido alcohol y drogas. No se aceptó como atenuante.
Ocurrió el día de Año Nuevo a las 9 de la mañana. Carlos Javier, de 25 años, arrojó a su pareja, Estefanía, desde el balcón de un cuarto piso en el barrio madrileño de Hortaleza. Los vecinos habían oído gritos antes de la caída y, aunque el asesino lo atribuyó a un accidente, fue arrestado allí mismo. Ya había sido investigado por quebrantar una orden de alejamiento que tenía sobre otra mujer.
María tenía 66 años, estuvo casada y tenía dos hijos. Pero quien la mató no fue su exmarido, del que llevaba tiempo separada, sino su última pareja, Antonio, de 73 años, con quien había compartido el último lustro de su vida. Cuando lo dejó porque no aguantaba más los gritos y las broncas, él la acuchilló en su casa de Rubí (Barcelona). Lo detuvieron al día siguiente.
«Bebí mucho, me acosté doblado y no recuerdo haberla matado», alegó José Luis S. en el juicio por haber asfixiado a su expareja en Gandía (Valencia). Ella, que tenía dos hijos de otra relación, lo había dejado hacía poco. Él no lo aceptó. Tras matarla, huyó con el coche y algunos objetos de la víctima que vendió, según dijo «porque tenía miedo». Fue detenido 5 días después y condenado a 26 años de cárcel.
Imanol C., de 28 años, disparó cinco tiros a su expareja, Jessica, cuando ella recogía al hijo de ambos en un colegio de Elda (Alicante). El niño, de 3 años, presenció la escena y salió despavorido gritando: «¡Mamá, mamá!». El asesino, que había sido denunciado por malos tratos, volvió al coche y se disparó un tiro en la boca. Ella falleció horas después en el hospital.
Tenía una orden de alejamiento, pero Francisco R. se la saltó una tarde para matar a puñaladas a su exmujer. Ocurrió en la barriada de Palmete, en Sevilla, y en la agresión resultó herida también una prima de la víctima que intentó evitar el ataque. El asesino huyó en una bicicleta, pero se entregó poco después. En el juicio alegó que se puso «muy nervioso» al saber que ella «estaba con otro hombre».
Felicidad tenía 25 años cuando su pareja, de 33, le disparó en este portal de Poble Nou (Barcelona), donde vivían. Intentó huir, pero no le dio tiempo a abrir las dos puertas metálicas que dan a la calle. El disparo fue mortal. Pero el asesino no había terminado. Volvió a su casa para matar al bebé de 15 meses que tenía con Feli. Después se quitó la vida.