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Martin Alustiza, seleccionador de material, recoge las pelotas de la final de manos de Jokin Altuna y Aimar Olaizola. MANU CECILIO
Pelotas sin nombres ni apellidos
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Pelotas sin nombres ni apellidos

Seleccionador e intendentes eligieron el 11 de abril el lote para los finalistas | Desconocían quiénes se iban a clasificar y prepararon dos bolsas de diez sorteadas ese mismo día en la presentación del Manomanista

JOSEBA LEZETA

BILBAO.

Viernes, 25 de mayo 2018, 07:52

Aimar Olaizola y Jokin Altuna aprobaron la calidad y las características del material elegido ayer en el Bizkaia de Bilbao para la final del Manomanista que disputarán la tarde del domingo en la capital vizcaína. «Estoy contento», coincidieron ambos al solicitarles una valoración. No mostraron ninguna desavenencia.

Por segundo año consecutivo, los finalistas dispusieron de un lote de diez pelotas preparado con mucha antelación por el seleccionador de material, en este caso Martin Alustiza -en 2017 era Kepa Peñagarikano-, y los intendentes de las dos empresas, Rubén Beloki por parte de Asegarce y Jon Apezetxea por Aspe, quienes ya disponían de la experiencia de la edición anterior. En lugar de efectuar la preselección una o dos horas antes de la elección, con los protagonistas de la final ya definidos, lo hacen a mes y medio vista sin conocer qué dos pelotaris van a optar a la txapela. Durante una época existió la sospecha, o algo más, de que en los entrenamientos previos a la final los intendentes ponían en manos de sus pelotaris el material para recibir su beneplácito. Posteriormente intentaban 'colar' esas pelotas al seleccionador con mayor o menor éxito.

El 11 de abril, intendentes y seleccionador cumplieron su cometido con dos diferencias respecto a 2017. Por un lado, adelantaron la fecha un par de semanas ya que efectuaron la preselección el 11 de abril. Además, conocedores de que tanto una de las dos semifinales como la final iban a tener lugar en el Bizkaia, completaron dos bolsas para este frontón, sorteadas en la presentación del Manomanista que tuvo lugar un par de horas más tarde. Una mano inocente, la de Kepa Badiola -directivo de CaixaBank- extrajo las bolas.

Aimar Olaizola relativiza la importancia de este método. «El sistema no cambia nada. Lo que cuenta es que las pelotas sean bonitas. Los dos intendentes y el seleccionador han hecho un buen trabajo tanto en el Campeonato de Parejas como en el Manomanista. Estoy satisfecho con el material que he encontrado en mis partidos. También hoy. No había ni demasiado vivas, ni demasiado bajas. Eso es lo relevante».

Todas buenas

Jokin Altuna confesó que «el método que se emplea ahora no hace que venga más tranquilo a la elección. Tengo confianza en los intendentes y en el seleccionador, pero eso no significa que acierten siempre. No es una tarea fácil. De hecho, el lote de hoy me ha gustado más que el de la semifinal contra Ezkurdia en este mismo frontón. Aquel día dos pelotas me parecieron excesivas, aunque Joseba no cogió ninguna de ellas. En esta ocasión, por contra, eran buenas hasta las que hemos dejado en la cesta».

Desde el día del sorteo, las pelotas de la final han permanecido en Usurbil, «en una habitación de mi casa, a 15 o 16 grados de temperatura», dice el seleccionador Martin Alustiza. «Ya conservaba así el material cuando era intendente de Aspe. Les damos bastante sebo cuando las guardamos y lo mantienen bien dentro de la bolsa térmica en la que las introducimos. Lo hemos comprobado cuando la hemos abierto».

«Aimar hace perfectas cuatro o cinco cosas; otros hacen diez, pero no llegan tantas veces a 22»

Jokin Altuna, Aspe

«En este Manomanista he sentido más cariño de la gente que nunca, seguramente por mi edad»

Aimar Olaizola, Asegarce

El tiempo transcurrido entre la preselección del 11 de abril y la elección de ayer, mes y medio, preocupa a los encargados de este apartado, lo mismo que posibles cambios de temperatura. «El 11 de abril hacía frío y esta mañana podemos estar por encima de los 20 grados», añade Alustiza. «Esa diferencia existe y puede afectar. De todas formas, creo que las pelotas han cambiado poco desde aquel día».

Rubén Beloki, intendente de Aspe, considera que «este sistema es mejor para nosotros. Desconoces quién va a llegar a la final o a ese partido en concreto y optas por una pelota de primera, buena y que se adapte al frontón en el que estás. Además, creo que el pelotari lo acepta mejor. Hay menos suspicacias entre ellos».

Jon Apezetxea, que desarrolla esa misma función en las filas de Aspe, entiende que «así es más limpio. No piensas en un pelotari en concreto y te fijas más en el frontón y en la modalidad. En mi caso, no es lo mismo poner material para Altuna que para Irribarria. Los máximos responsables de las empresas piden que nos adecuemos al frontón, marcan unas directrices y nosotros las seguimos».

Rafa Etxeberria, gerente de Asegarce, defiende con firmeza esta modificación puesta en marcha «por primera vez en las ferias de verano. Ya la usamos para la final del Manomanista de 2017, aunque con menos margen de tiempo que este año. Me parece un método más justo. Aporta seriedad a nuestro deporte. En el fútbol existían antiguamente problemas con el terreno de juego. Los clubes los adaptaban en función de lo que le interesaba a su equipo o perjudicaba al contrario. Hoy en día están reglamentado con normas que todos deben cumplir. Pienso que la pelota debe seguir ese camino. Determinadas polémicas afectan negativamente y debemos evitarlas».

¿También en el Parejas?

De hecho, Etxeberria no descarta trasladar esta fórmula a otras competiciones. «Vale perfectamente para el Campeonato del Cuatro y Medio, por supuesto. Y vamos a estudiar implantarlo en el Campeonato de Parejas, si bien entraña dificultades pese a que cada vez organizamos el calendario con mayor antelación. Por poner unos números, podríamos preparar doce o quince lotes para el Labrit de Pamplona, ocho para el Astelena de Eibar y seis para el Beotibar de Tolosa, recintos industriales a los que acudimos regularmente. Los contratiempos llegarían con esos pueblos a los que vamos una vez. Vendemos algunos de esos festivales quince días antes con parejas concretas».

El gerente de Asegarce encuentra un obstáculo añadido para esa manera de proceder. «El suministro de material por parte de Punpa, nuestro pelotero. Necesitamos 300 pelotas para completar 30 lotes de diez, lo que supone 400 o más ya que no todas les valen a los intendentes y al seleccionador. Con eso alcanzaríamos para la primera vuelta. Eso requeriría recibir de golpe esa cantidad y desconozco si nuestro fabricante dispone de esa capacidad si no lo hacemos todo con suficiente antelación. Tenemos que estudiarlo».

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