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Fallece en Leitza Kristina Saralegi, criadora de la cerda de Santo Tomás

Fallece en Leitza Kristina Saralegi, criadora de la cerda de Santo Tomás

Pionera en el mundo de la aizkora, llevaba 30 años acudiendo a la feria donostiarra y su carácter emprendedor le llevó a comercializar talos precocinados envasados al vacío

elisa belauntzaran

Sábado, 26 de febrero 2022, 10:28

Mujer emprendedora, trabajadora, valiente, generosa... Kristina Saralegi era una moderna baserritarra que transmitía mucha fuerza en cada una de sus palabras y un gran compromiso con lo que ella consideraba su vida en el caserío Arro de Leitza. Ayer viernes falleció demasiado pronto, con tan solo 48 años de edad, pero un problema de salud pudo con sus ganas e ilusión de seguir luchando por sus proyectos, que nunca le faltaban.

La vida de Kristina ha sido una vida vinculada totalmente al caserío Arro de Leitza y su estrecha relación, durante las últimas décadas, con el mercado de Santo Tomás de Donostia. Kristina se encargaba cada 21 de diciembre de llevar a la 'reina' de esta popular fiesta. Labor que realizaba con total compromiso y dedicación porque para Saralegi, la cerda de Santo Tomás no era un animal que instalaba en un cercado en la plaza de la Constitución. Para Kristina esa cerda mostraba su esfuerzo, su trabajo bien hecho en su casa. «Me gusta andar con tiempo, porque siempre procuro elegir el animal que destaca y después alimentarlo para que luzca una buena hechura en la feria», aseguraba días antes de la última feria de Santo Tomás, en 2019.

Durante 16 años consecutivos Kristina ha llevado a Donostia cerdas de todos los colores, tamaños, caracteres... 'Felixi', 'Filemona', 'Korkona', 'Anbroxi', 'Afrodita', 'Joxepo', 'Jennifer', 'Zer Dama', 'Gilda', 'Maikrux', 'Ximona', 'Ursula'...

Siendo una cría, con 14 años, Kristina Saralegi empezó a ir con su padre Esteban a hacer talos el día de Santo Tomás a Donostia. La feria donostiarra era una fecha marcada en rojo en el calendario de la cocina del caserío Arro, aunque no hiciera falta recordárselo a la leitzarra. «Es una de las pocas que hacemos al año y para mí es muy importante porque ha sido una cita anual a la que empecé a ir con mi padre y después de que falleciera, sola. No he faltado durante los últimos 30 años con mis talos», aseguraba Saralegi días antes de la edición de 2020.

Su padre Esteban Saralegi «hace más de 40 años que iba junto a nuestra abuela y sus hermanas a la feria con la cerda, pero además llevaba capones, burros y muchos productos del caserío para venderlos en Donostia», relataba Kristina. Después, «íbamos todos, mi padre y mis hermanos a trabajar porque era una buena feria».

La infancia y juventud de Kristina Saralegi transcurrieron en el caserío Arro de Leitza, donde el trabajo no faltaba. Tras realizar sus estudios, la leitzarra optó por seguir los pasos de su padre Esteban en su caserío natal.

Fue una opción que Saralegi recordaba con orgullo y no escatimaba en elogios al hablar de su predecesor y todo lo le enseñó desde que era niña y como aseguraba, «a mí lo que más me gusta es hacer talo y por eso me he especializado en esto».

Por ello, Kristina, mujer emprendedora donde las haya, recientemente comenzó a comercializar talos precocinados envasados al vacío. «Era un proyecto que me rondaba por la cabeza desde hace ya años. Siempre pensaba que si nuestros talos gustaban tanto, la opción de venderlos precocinados podía funcionar, pero no me decidía», contaba.

Saralegi comenzó hace cuatro años a dar forma a esa idea y recibió una buena respuesta. Su compromiso por la vida en el caserío y el producto local y natural eran sus principales secretos en este y todos sus proyectos. Sus talos estaban elaborados «con maíz que nosotros mismos sembramos, cuidamos, recogemos, molemos..., todo el proceso es 100% natural. Además, una vecina de Leitza me regaló semillas de maíz que produjo Esteban Saralegi, mi tatarabuelo. Por lo tanto, más ecológico que este maíz habrá pocos...»

Mañana, domingo, Leitza despedirá a Kristina Saralegi. Su fallecimiento ha provocado una gran consternación en el pueblo ya que era una mujer activa en actividades como el día del talo local, aunque también, durante su etapa de aizkolari participaba en las citas de Herri Kirolak en las fiestas de Santiburtzio de Leitza y otros eventos.

El funeral en honor a su alma se celebrará este domingo, a las 18.00 horas, en la parroquia San Miguel Arcángel de Leitza.

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