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Incendio en Irun
«Mis hijos se han tenido que tirar por la ventana para poder salir»Ver 24 fotos
Incendio en Irun
«Mis hijos se han tenido que tirar por la ventana para poder salir»Irun
Jueves, 29 de febrero 2024
Finalmente, y según ha rectificado el Ayuntamiento de Irun, han sido siete las personas han sido trasladadas al hospital por intoxicación por humo tras un ... incendio desatado este jueves en el bajo de un edificio de viviendas de la calle Pelegrín Uranzu 16 de Irun. Cinco de los heridos han sido derivados al Hospital del Bidasoa y dos, al Hospital Donostia. Las otras dos personas que se subieron a la ambulancia y a las que se había tomado por heridos, eran familiares.
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Fue hacia las cinco y cuarto de la tarde cuando los bomberos recibieron el aviso de un incendio en una vivienda de la ciudad. Hasta la zona se desplazaron cuatro dotaciones de los parques de Irun, Tolosa, Zarautz y Donostia, además de la Ertzaintza y la Policía Local, que lograron desalojar a todos los vecinos, muchos de los cuales han quedado realojados de emergencia por el Ayuntamiento. Este viernes el arquitecto municipal realizar´a una valoración más exhaustiva del estado de un inmueble que en las últimas fechas había generado algunos problemas.
«Lo he dicho muchas veces, que nos iban a buscar la ruina. Y mira lo que ha pasado». Con estas palabras se expresaba Martín Jiménez, uno de los vecinos del número 16 de la calle Uranzu en el que se ha declarado un incendio a media tarde de este jueves. Varios de los residentes apuntaban a un local, situado en uno de los bajos del edificio, como origen del fuego que obligó al desalojo del todo el inmueble. En ese local, según ha podido saber este periódico, se vienen produciendo problemas desde el pasado diciembre: hasta entonces estaba vacío y cerrado, pero los vecinos escuchaban ruidos «y se veía que andaba gente por allí. Un día hay cuatro, al otro son seis...», según explica una de las personas afectadas. «Son ocupas y andan provocando líos todos los días». La situación estaba generando problemas de convivencia en todo el inmueble.
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Tras declararse el incendio, y mientras los bomberos se afanaban en sofocar las llamas, la situación era de confusión: «Me han avisado y acabo de llegar», explicaba Amil, uno de los vecinos. «No sé cómo estará la casa, no hemos podido entrar». Junto a él, varios residentes del inmueble recibían explicaciones por parte de agentes de la Policía Local y de la Ertzaintza. Una joven miraba preocupada hacia el balcón de su piso, en una de las plantas altas del edificio. Instantes después, un bombero salía del inmueble con un transportín para mascotas: la joven corría a su encuentro para recoger a su gato y llevarlo inmediatamente al veterinario. Las ambulancias iban abandonando el lugar para trasladar a las siete personas que tuvieron que ser atendidas por inhalación de humo; cinco en el Hospital Comarcal del Bidasoa, dos en el Hospital Donostia. Han sido momentos de tensión y de preocupación.
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Martín Jiménez no estaba en su casa, situada en el primer piso, cuando comenzó el fuego: «Estaba haciendo la compra cuando me han llamado mis hijos, diciéndome que había mucho humo, que había fuego. Se han tenido que tirar por la ventana para poder salir». Los familiares de Martín saltaron hacia la parte de atrás del inmueble, donde hay un descampado. «Les han llevado al hospital y les están atendiendo por inhalación de humo. Y mi nuera está embarazada de cuatro meses. Me han dicho que está estable, pero estoy muy preocupado por ella», lamentaba, visiblemente afectado por la situación. A la preocupación se le sumaba la indignación: «Estoy harto. Hemos llamado a la Ertzaina un montón de veces» por los problemas con las personas que han ocupado el local del bajo. «Enchufan estufas, las dejan encendidas y se van por ahí. Se lo he dicho muchas veces, que nos iban a buscar la ruina».
A última hora de la tarde los vecinos no sabían si iban a poder regresar a sus hogares. «Nos han dicho que el arquitecto tiene que mirar cómo está la estructura. De momento no podemos entrar», explicaba Martín. «Nos han dicho que esta noche nos van a realojar en alguna pensión u hotel». Efectivamente, el arquitecto municipal determinó, tras una primera inspección, que los vecinos no podrán pernoctar en sus hogares. Sí que han podido entrar para recoger algunos enseres personales. Este viernes, a la luz del día, se realizará una valoración más exhaustiva de las condiciones en las que se encuentra el edificio.
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