El pueblo de Gipuzkoa que resistió a los cañonazos y es el único que tiene el título de «invicta»

Desde su primera representación gráfica el escudo de Gipuzkoa recoge la leyenda con el título «Noble y Leal Provincia de Gupuzkoa». Dos adjetivos que siguen vigentes en la actualidad y se atribuyen a todos los municipios de la provincia gracias a la concesión de este título al territorio por parte del rey de Castilla, Enrique IV, en 1466. No obstante, existe una localidad guipuzcoana que incluye un tercer adjetivo y a la que se le conoce como «noble, leal e invicta» por la resistencia y carácter indomable de sus vecinos durante siglos.

Una condición que se ha ganado a pulso Hernani a lo largo de la historia, que resistió a numerosos ataques e intentos de invasión, liberando una de las más cruentas batallas entre 1874 y 1876 durante la tercera guerra Carlista, segunda en territorios vascos.

En aquellos años, tras tomar Tolosa las tropas carlistas trataban de hacerse con el control de San Sebastián. De camino a la actual capital toparon con Hernani, donde armados con un centenar de cañones Whitworth comprados a los ingleses bombardearon el municipio con su potente artillería.

Hernani sufrió una destrucción sin precentes en aquella guerra - se dice que el 80% de los edificios fueron destruidios - en el intento de las tropas en cortar el paso a los carlistas que se dirigían a San Sebastián. Una defensa férrea de la que todavía hay marcas en la localidad, como los dos obuses que no llegaron a estallar y permanecen incrustados en el portal 39 de la calle Atzietas, y que le sirvieron para ganarse el título de «invicta» por no rendirse ante la ofensiva carlista y sus bombardeos a la villa desde Santiagomendi.

Si bien estos hechos nunca quedaron registrados en documentación de la época, la cultura popular de Hernani comparte esta creencia extendida en el pueblo y defiende con orgullo el título de «invicta» del que están orgullososo todos los hernaniarras.

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