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Los cines aguardan las nuevas órdenes que se puedan producir hoy en cuanto a nuevas medidas sanitarias que supongan una nueva merma en el ... horario de los establecimientos y centros de ocio, y barajan las posibilidades de intentar acomodarse o volver a cerrar las puertas temporalmente.
Pero en los cines la sensación de frustración y desatención es más que palplable y conlleva una reclamación casi angustiosa: «O nos ayudan y nos rescatan o vamos a la quiebra». Así se expresaba ayer el presidente de EZAE, la Asociación de Salas de Cine de Euskadi, Alfonso Benegas, de la empresa Areto, que al mismo tiempo que recibía las cifras definitivas del tremendo bajón de espectadores en 2020 a causa de la pandemia, veía la nueva posibilidad de que los horarios de los establecimientos públicos sufran otra restricción.
A la espera de que se confirmen las nuevas medidas, Benegas ve «inviable mantener los cines abiertos con los horarios que proponen. Si hay que cerrar a las siete de la tarde no se puede hacer más que una sesión y no podemos tener una empresa en marcha para dos horas de funcionamiento al día», expresaba Benegas, que gestiona un circuito de 59 pantallas. «Ahora mismo como empresa, si se confirma lo de las siete de la tarde, solo se me ocurre cerrar. Pero pregunto, ¿cierran los cines y los teatros, que son los sitios más seguros y controlados, donde la gente está sentada y mirando al frente, sin interactuar con nadie más, y se mantienen en activo supermercados, trenes y aviones? No me lo explico».
HORARIOS
Los cines plantean que no pueden adaptarse a otros horarios. «Hemos hecho prueba de poner películas a las doce del mediodía y no funciona, no se puede abrir un complejo de seis salas para un total de treinta espectadores. Y la gente no va a cambiar su hábito de venir al cine porque lo pongamos a horas diferentes».
Por eso, si se equipara los cines a las tiendas y otro tipo de establecimientos, también en la SADE se plantearían cerrar sus cines, Príncipe, Trueba y Antiguo Berri. «Estamos contemplando los diferentes escenarios que se pueden producir y solo podemos seguir abiertos si seguimos como hasta ahora, pudiendo abrir hasta las nueve de la noche, que es lo que hemos pedido. Porque la sesión fuerte es la de las 18.30 o 18.45», explica Iñaki Elorza, director de la unidad de cine de SADE.
DÉFICIT
Al parecer algunos cines asociados a EZAE como Niessen sí intentarían seguir abiertos aunque sea con una sola sesión, pero en la SADE consideran imposible seguir con «solo una sesión y a una hora poco comercial, y sin estrenos atractivos». Porque esa es otra: ante estos recortes de la actividad y las distintas medidas en cada una de las comunidades, las distribuidoras también se repliegan y se guardan sus estrenos a la espera de una mayor estabilidad en la exhibición.
Las cifras de recaudación en taquilla en Euskadi durante 2020 son claras y desalentadoras: ha bajado un 66% la asistencia en los cines de Euskadi, de los 28,4 millones de euros que se recaudaron en 2019, se ha pasado a los 9,6 del año pasado. Y eso que el espectador vasco destaca por su fidelidad: «El público está apoyando mucho, si no llega a ser por la solidaridad de espectadores que vienen a ver todas las películas porque quieren apoyar el cine tendríamos una caída mayor, porque yo creo que a nivel de España estará en un 80%». Otro dato avala esta apreciación: esta semana el cine Príncipe de San Sebastián fue el segundo en recaudación de España. En el número 1 se sitúan los Renoir Princesa de Madrid. Eso sí, con las cifras muy bajas a las que ya se han acostumbrado incluso las películas que más recaudan.
Por eso, una nueva restricción horaria sería continuar el camino hacia la quiebra que ve Alfonso Benegas. «La única solución es que rescaten al sector. Como han hecho en Francia o en Alemania, donde han cerrado los cines pero los gobiernos les cubren el 75% de las pérdidas. Porque mientras tanto tenemos que pagar el cien por cien de la luz, de los créditos, de los gastos generales, que no me los quita nadie».
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Benegas reconoce que la hostelería y otros sectores piden también un rescate. «Pero los bares protestan porque tienen una caída del 30%, y la de los cines es del 66%. Es una caída monumental, eso no se puede recuperar. Y un bar puede acomodar un poco más los horarios, nosotros solo podemos dar películas a unas horas determinadas, la sesión de las 18.30 o 18.45 es nuestra franja estrella».
En esta temporada en que tampoco se estrenan las grandes producciones estadounidenses o las películas familiares, «estamos trabajando sobre todo con el cine europeo», explica Benegas. Pero entre la restricción de aforo del 50%, la prohibición de comer y beber en la sala, la reducción de sesiones y el relativo gancho de los estrenos, atraer al espectador es una lucha constante. Solo seis de las veinte películas más vistas en 2020 fueron estrenos posteriores a la pandemia. 'Padre no hay más que uno 2' se confirma como la película más taquillera del año, pero ni siquiera 'Tenet', el otro estreno potente de la era postpandemia, logró superar a las películas que pudieron salir antes del confinamiento.
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