Borrar
Las diez noticias clave de la jornada
El profesor Andoni de Carlos da unas indicaciones a las alumnas Rosa Tolosa y Maddi Arzallus antes de entrar al curso de guion. JOSÉ USOZ
El gusanillo del cine se contagia en Larrotxene Bideo

El gusanillo del cine se contagia en Larrotxene Bideo

Audiovisual. Gente de toda edad y ambición, y profesores con Goyas, fomentan la creatividad en unos cursos que llevan 32 años en imparable acción

Domingo, 29 de noviembre 2020, 08:12

Son ya 32 años los que Larrotxene Bideo lleva en funcionamiento, enseñando a ciudadanos de toda edad, condición y profesión a conocer el medio audiovisual y ser creativos en él. Quizás la fuerza de la costumbre difumina un poco la excepcionalidad del asunto. Los propios alumnos se encargan de recordarlo: «Oye, que esto está lleno de profesores que han ganado un Goya, es un lujo aprender con gente con tanta experiencia y conocimiento», advierten enseguida. Efectivamente, guionistas de distintas generaciones como Michel Gaztambide ('No habrá paz para los malvados') y Andoni de Carlos ('Handia'), el director Pablo Malo ('Frío sol de invierno') o el diseñador de sonido Xanti Salvador ('La trinchera infinita'), todos ellos ganadores del Goya, son algunos de los técnicos y creadores vascos que dan clase en la casa de cultura Larrotxene, en Intxaurrondo, que promueve Donostia Kultura.

Son las cinco de la tarde y Jon Sánchez, el actual coordinador de Larrotxene Bideo durante la baja por paternidad de Unai Guerra, espera la llegada de los alumnos y del profesor del curso de guion que está ofreciendo este mes Andoni de Carlos. Y recuerda que Larrotxene Bideo es, además de una oferta de cursos, todo un foco de intercambio, colaboración y hasta amistades, entre los propios alumnos o también con gente que solicita algún tipo de ayuda: «Si alguien necesita un cámara o un sonidista, con nuestra base de datos también podemos buscarlo. Siempre intentamos ayudar en todo lo posible en los distintos campos, desde asesoría de guion a producción. Si tienes un proyecto, aquí tienes una asesoría integral».

A los alumnos se les deja el material que necesitan: cámaras, ordenadores, microfonía, trípodes, elementos de iluminación, sala de montaje... En las instalaciones de la casa de cultura Larrotxene, además de estancias para el montaje, para hacer reuniones o para discutir un guion, y el aula donde se desarrollan los cursos, también se está creando un medialab, «donde vamos a trabajar narrativas digitales, videojuegos, webseries y otras formas de contar historias relacionadas con las nuevas tecnologías». También hay ordenadores Spectrum o Amstrad, de aquellos de 128 K, y reproductores de vídeo VHS: «Nos gusta que los alumnos tengan conocimiento de todos los sistemas que nos han precedido».

Comunidad de diferentes

Rosa Tolosa, que está en jubilación activa, y Maddi Arzallus, estudiante de 21 años, ejemplifican la naturalidad en la convivencia entre diferentes, en edad, recorrido o intereses personales, que se da en Larrotxene Bideo. Es un placer verles compartiendo por igual el interés por el cine como concepto, y las ganas de indagar en las formas de hacerlo, ya sea por curiosidad, por placer o como paso hacia una carrera soñada, o por una imperiosa necesidad creativa.

«Colaboré en el comité de selección del Festival de Cine de San Sebastián a principios de los 80, con Pilar Olascoaga», recuerda Rosa. «En 1984 trabajé como script en la película 'Erreporteroak' de Iñaki Aizpuru. Siempre me ha gustado el cine, durante una época en que viví en París estaba todo el día metida en la Cinématèque», explica, aunque nunca se ha dedicado profesionalmente a ello. «Me hubiese gustado estudiar cine, pero en aquella época no era accesible. Cuando me llegó la edad de la jubilación dije, 'pues ahora lo voy a hacer', por divertirme mientras aprendo. Aunque no me vaya a dedicar profesionalmente al cine, puedo hacer muchas cosas aún».

«Yo tengo 21 años y estoy estudiando en la universidad», explica Maddi. «Empecé participando en el Jurado Joven del Zinemaldia, un año tras otro. Y me voy liando. Estoy en un par de grupos de teatro, y teniendo Larrotxene en Donosti, que es una gozada los profesores y la variedad de cursos que hay, tenía que apuntarme», expresa Maddi que intuye que se dirigirá hacia la producción en el futuro.

«A mí me parece que es una opción maravillosa», confirma Rosa, «porque con muy pocos medios puedes aprender y practicar, es una lanzadera para ponerte en marcha. Tanto los profesores como los responsables de esto son gente muy sencilla que te facilitan mucho las cosas. Para mí ha sido todo un hallazgo». Andoni de Carlos sonríe bajo la mascarilla, no solo por los halagos, sino porque se está viendo a sí mismo: «Hace veinte años yo era como Maddi, empecé aquí haciendo un curso con Isabel Alba, solo por curiosidad. Y poco a poco se te mete el gusanillo», admite.

«A escribir se aprende escribiendo», advierte Andoni, que en su curso de iniciación al guion une «teoría y práctica, con visionados y escribiendo un corto al final del curso. Se trata sobre todo de dar hilos de los que tirar y perder el miedo al bloqueo y a la página en blanco, porque es algo que nos pasa a todos». Y muy importante: «Se trata de que sea ameno, no aburrir al personal».

La oferta formativa de Larrotxene Bideo funciona de septiembre a mayo, «unos cursos son más largos, como el que va a hacer en febrero Xanti Salvador, de un mes entero, en cambio el de guion de videojuego es de una semana, porque es más introductorio».

Equipos de largo recorrido

En la comunidad de Larrotxene todo se complementa: «El que sabe más ayuda al que sabe menos. La gente no solo hace su curso, se van creando equipos de trabajo que luego continúan y hacen sus propios cortos, otros montan sus productoras. Y esa comunidad se extiende a lo largo del tiempo», explica Jon Sánchez.

Ahora se han reducido los aforos y se mantienen estrictas medidas de higiene, pero Larrotxene continúa en acción con normalidad. Lo que se contagia allí es el entusiasmo por la creación y las ganas de colaborar. Unas doscientas personas suelen pasar cada año por los distintos cursos. Y las hay que ganan premios en festivales de Calcuta o en Nueva York, e incluso se encuentran con que, como en el caso de Paco Arasanz, una plataforma como Amazon Prime Video, se interesa por dos de sus cortos. Y los compra para su distribución.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco El gusanillo del cine se contagia en Larrotxene Bideo