Algunos de los libros escritos por Ramon Saizarbitoria en sus 50 años de trayectoria. Iñigo Royo
Ramon Saizarbitoria

«Fue el gran renovador de la novela vasca»

El escritor donostiarra, que cumple hoy 80 años, modernizó la narrativa en euskera tanto desde el punto de vista temático como técnico

Jon Agirre

Donostia

Domingo, 21 de abril 2024, 07:58

Profundidad en la psicología y en la descripción de los personajes, un estilo moderno inédito en la literatura vasca, historias urbanas alejadas de «interpretaciones líricas y subjetivas» de la realidad o «valentía» a la hora de abordar temas polémicos, por no decir prohibidos, son algunas ... de las características que definen a Ramon Saizarbitoria (San Sebastián, 1944) según el profesor de la UPV/EHU Iñaki Aldekoa y el filólogo y exviceconsejero de Políticas Lingüísticas Ramón Etxezarreta Ramon Etxezarreta a la hora de evaluar el impacto del escritor donostiarra en la novela y la literatura vasca, al que se ha considerado como «principal renovador». Sin obviar que, al hacerlo en euskera batua impulsó todo un sistema y ayudó en el proceso de normalización del euskera. Estas son algunas de las razones que destacó la Diputación cuando le concedió en 2016 la Medalla de Oro de Gipuzkoa.

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El punto de partida, el contexto social y literario de los años 60 y 70, no era el óptimo. Como señala Aldekoa, debido al «desierto cultural que se vivía bajo el franquismo no había mucho donde elegir». Así, resalta que «la modernidad política, social y cultural era la gran ausente en el país», algo que no llegaría a la narrativa hasta el boom latinoamericano con Vargas Llosa, García Márquez o Cortázar». La época de estudios en Suiza «procuró» a Saizarbitoria «una familiaridad con la cultura francesa y moderna» que conectaba con la sensibilidad que afloró en Mayo del 68: «humanismo, existencialismo, ironía y refinamiento en las relaciones afectivas», apunta el profesor de la UPV. En aquellos inicios otro pionero fue José Luis Álvarez Emparanza 'Txillardegi' con la publicación de 'Leturiaren egunkari ezkutua' (1957), aunque para Aldekoa los primeros libros de Saizarbitoria tienen «algo más, un refinamiento formal, un tratamiento técnico y la sensibilidad o la ironía» que los distancia de las de 'Txillardegi'.

Todo comenzó con 'Egunero hasten delako' (1969), novela que narra la vida de Gisèle Sergier, que tras quedar embarazada decide abortar. Si la sola incursión en el tema, así como el reflejo de otras relaciones o la soledad ya fue sorprendente -en un prólogo posterior Saizarbitoria desgranó que el libro es «un alegato a favor del aborto»-, la forma no se quedó atrás. El escritor donostiarra emplea técnicas inéditas, con un personaje presentado como 'charlatán' que expone un monólogo incesante tanto en la cafetería como en la cabina de teléfono en el que Saizarbitoria camufla conversaciones con otros personajes o pensamientos. «Eso no se había visto en euskera, es influencia directa de los escritores franceses». Todavía sorprende cómo pasó la censura de la época. Saizarbitoria la terminó sobre abril de 1968 y después, siguiendo el consejo de Gabriel Aresti, el texto pasó por manos de Antonio Arrue, euskaltzale y euskaltzain carlista y con buena relación con el franquismo, para recibir el visto bueno. «Si estas cosas se hacen en otros idiomas, por qué no en euskera», debió responder. Así lo contó el escritor donostiarra en la reedición de la novela al cumplir 50 años, además de comentar que «en 1969 no hubiera sido posible publicar esta novela en castellano», lo que ya apuntó en el mencionado prólogo escrito para la edición de 2007.

Analizada y desgranada desde casi todas las perspectivas, arroja cierto consenso al calificarla de «pionera» y destacar que abría «nuevos caminos» a la novela vasca. No pocas veces se la ha calificado como «la primera novela escrita para universitarios vascoparlantes». Es de reseñar que las alabanzas llegaron ya desde el prólogo, donde su entonces 'corrector' Ibon Sarasola glosaba «la técnica de las conversaciones y las descripciones» o la habilidad que demostró para «alternar planos narrativos». Años más tarde, en el prólogo de la tercera edición, el crítico literario Jesus Maria Lasagabaster añadía que desde el primer momento tuvo «la clara impresión de estar ante una novela moderna» y que eso sucedía «por primera vez en euskera».

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El escritor donostiarra elevó su capacidad de «alternar planos narrativos», apuntada por Sarasola en '100 metro' (1973), cuando para contar los últimos cien metros de vida de un militante de ETA desplegó técnicas que no se habían visto en papel y que eran más propias del cine. Por un lado, intercaló fragmentos similares a un guion teatral para escenificar un interrogatorio de la policía; y partiendo de los pensamientos o sensaciones del miembro de la banda aporta información sobre su vida, la relación con su padre o con Michele a través de flashbacks y jugando con la repetición del verbo, variando la conjugación, y cambiando la voz del narrador. «Es una pirotecnia técnica, un despliegue, ahonda en la intimidad del personaje que morirá tras recorrer los cien metros», recalca Aldekoa.

Esa estela urbana, apartándose del ruralismo y el idealismo post-romántico, e incluso acercándose al 'nouveau roman francés', será una de las características de la literatura de Sairzabitoria. El tema tratado hizo que en este caso sí que sufriera la censura, ya que a pesar de ser escrita en 1973 no se pudo publicar hasta 1976. No hay condena expresa del terrorismo, pero tampoco existe una glorificación ni idealización. Posteriormente, el propio escritor ha señalado en varias ocasiones que le hubiera gustado «espabilar antes» en su posicionamiento sobre la violencia.

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Su tercer libro, 'Ene Jesus' (1976), un análisis profundo del idioma y, a su vez, una reflexión sobre la figura maternal con grandes influencias del psicoanálisis, cierra «una etapa» para Aldekoa. «La escritura da la espalda al estilo convencional de narrar». Novela experimental como las dos anteriores, tiene tintes de las corrientes literarias y artísticas que recorrieron Europa y el escritor donostiarra siguió «muy de cerca». Además de cerrar un ciclo dio paso a un silencio literario que se prolongó casi veinte años y que no se rompió hasta la publicación de 'Hamaika Pauso' en 1995, que para parte de la crítica es quizá su mejor obra. «No hay otra que irradie tan bien el ambiente de la transición», apunta Aldekoa.

Madurez como escritor

La novela parte del fusilamiento de Angel Otaegi, aunque se narra de forma ficcionada y con Daniel Zabalegi como protagonista, un tema muy presente en su día a día y que abre la puerta a una querencia por los antihéroes, perdedores o derrotados por la vida, que será tendencia en su literatura. «Ese será el carácter de sus personajes más memorables», señala Aldekoa. Se refiere a 'Gorde nazazu lurpean' (2000) y, sobre todo a los relatos 'Gudari zaharraren gerra galdua' y 'Asaba zaharren baratza'. «Se trata de la guerra que vivió y perdió la generación de sus padres», añade. En cuanto al estilo, para Aldekoa «no diluye su tensión narrativa, Saizarbitoria toma impulso e incorpora su mejor legado a una narrativa poderosa. Esa dimensión histórica y humana culminan en una gran novela».

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Cinco años después llegó 'Gorde nazazu lurpean' ('Guárdame bajo tierra'), novela que reúne cinco novelas cortas con un motivo común: la exhumación, física o psicológica, y que fue galardonada con el Premio de la crítica y Euskadi Saria. En ellas aparecen dos constantes de esta fase, las dificultades en las relaciones de pareja y la «incapacidad» de los personajes para «expresar noblemente sus sentimientos», o la omnipresencia de la Guerra Civil. Para Aldekoa es «un derroche de generosidad creativa: cinco novelas en una». El autor, además, hace alarde de su fina ironía, sobre todo en 'Rossetti-ren obsesioa'.

Esta segunda etapa de Saizarbitoria coincidió con su «transición de la juventud a la madurez» y refleja parte del sentir de una generación que esperaba que tras la muerte de Franco las cosas cambiaran «pero nunca tan paulatinamente, y sin asomo de una catarsis consoladora», verbaliza el profesor de la UPV. La novela transporta al lector al clima de «desencanto, de los tristes y violentos años 80». Ese «ajuste de cuentas» con la generación anterior se materializa en la última escena de 'Hamaika pauso'.

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Como si fuera una tendencia, el 'bloque' dio paso a otro silencio literario hasta la publicación de 'Martutene' (2012), novela de 800 páginas que le llevó cerca de nueve años. Aldekoa dice que Saizarbitoria «entrelaza algunos de los motivos intelectuales y morales que han estado presentes en su dilatada trayectoria». La obra, que narra la relación de dos parejas, con una chica extranjera como motor de la trama, desarrolla en un segundo plano otros temas como el trabajo del escritor, la situación del sistema sanitario o el sempiterno tema del terrorismo. «Tiene múltiples capas que revelan una grandeza sin parangón en la novela vasca. Es una lección magistral de sabiduría narrativa y de vida», remata Aldekoa.

Una trayectoria prolífica a pesar de los silencios en los que ha variado de temas o de técnicas. Lo resumía perfectamente el escritor Hasier Etxeberria en un artículo en Zuzeu al calor de la publicación de 'Martutene'. «[Saizarbitoria] lo ha vuelto a hacer, ha hecho lo que ha querido sin traicionar sus formas de siempre. Sin aportar nada novedoso, siempre se nos muestra nuevo al escribir, y demuestra que es el mismo de siempre, pero como si nunca lo hubiéramos conocido».

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