Loquillo durante la entrevista con Carlos del Amor y su hijo en la imagen del fondo. RTVE

Loquillo: «Soy un chulo porque no formo parte de ningún clan, y porque soy miope»

El músico residente en San Sebastián ha protagonizado la última entrega del programa 'La matemática del tiempo', una entrevista con Carlos del Amor en la que repasa su seis décadas de vida

Martín Alberdi

San Sebastián

Jueves, 22 de junio 2023, 18:16

Loquillo (Barcelona, 1960) es el protagonista de la última entrega del programa de entrevistas 'La matemática del espejo', de TVE, en el que ha repasado su seis décadas de existencia y cuatro de música desde el cine Doré de Madrid, una sala de cine centenaria ... por la que pasó la película de su vida, desde su niñez hasta su presente y futuro, «que pasa por los teatros».

Publicidad

«Siempre fuí un niño raro, introvertido y muy antisocial, siempre lo supe, y el cine fue un refugio para mí», comenzó José María Sanz Beltrán. Durante la entrevista hubo abundantes referencias a sus orígenes, en el barrio barcelonés de El Clot en un entorno de trabajadores y «de perdedores», los de la Guerra Civil. «Yo crecí con las luchas entre trabajadores y los grises, hijo de un perdedor, de un sargento en el bando de la República», explicó el intérprete.

Antes de dedicarse a la música, según confesó, quiso ser periodista. «Me impactó la guerra de Vietnam, los chicos del Washington Post», toda la actualidad de finales de los años 60, «los periodistas me parecían caballeros andantes», rememoró. Hoy considera que debe recuperarse el periodismo de investigación y de lsa buenas entrevistas, «no me gusta que cualquier cosa que digas se pueda volver contra ti; cada vez me resulta más difícil dar entrevistas porque yo no vengo a contar gilipolleces porque yo no soy así».

Loquillo en estado puro que señalaba que «la falta de respeto es una constante en mi carrera y todavía me sigue ocurriendo. Los hijos de barrio no teníamos derecho a estar en algunos lugares de la farándula y la cultura, todo fue picar piedra y demostrar que representábamos una generación diferente,.. el día que sea un personaje totalmente masticado por todo el mundo me preocuparé de verdad».

«Nosotros no queríamos más que demostrar que éramos diferentes y que para ser como los demás ya están los demás. Me parece perfecto no gustar a todo el mundo, siempre me ha gustado estar en esa línea intermedia, en la vida, nunca hay manera de encasillarme en un sitio o en otro. Yo, como la prensa libre, disparo a ambos bandos», afirmaba.

Publicidad

La chulería de Loquillo

El entrevistador, Ricardo del Amor, le espetaba en ese momento «¿Es Loquillo un chulo?». El cantante afincado en San Sebastián no dudaba tampoco en este terreno: «Es verdad, en el sentido de que tengo mi territorio, mantengo mis ideas y no soy una persona que no acepte los retos». A continuación matizaba entre risas que «soy miope y astigmático y como a veces voy sin gafas no reconozcoa a nadie y no saludo a nadie... pero es una cuestión que me va muy bien, tengo así la excusa perfecta». A continuación reivindicaba su pose ante la vida. «Soy chulo porque no formo parte de ningún clan, y culturalmente en España hay muchos, yo lo acepto, pero yo voy a la mía. Entiendo que me llamen así, pero soy una persona muy bien educada por mi familia y que respeta los valores y los códigos aprendidos en el barrio, por una generación que vivió la guerra civil. Esos códigos marcan mucho mi personalidad».

¿Cuántos amigos en el mundo de la música?, le preguntaba el periodista. «Los cuento con los dedos de una mano porque yo venía ya con amigos y siguen siendo los mismos de siempre, los del baloncesto y los del barrio, los rockers de siempre». Y comparaba este deporte, «individual y de equipo» con una banda de rock «donde cada uno asume cuál es su papel y hace lo que mejor sabe hacer». Sobre la industria de la música añadía que es «muy individual en el mal sentido, no hay cooperación ni tanta unión como en el cine, por ejemplo; manejan un código de valores que no es el mío».

Publicidad

«Nunca pierdas la capacidad de sorprenderte»

Una vez repasado el pasado y el presente, Loquillo habló del futuro. «Es más difícil componer para alguien de 62 años que para alguien de 18, con otros problemas.. es otra vuelta de tuerca que todavía no se había hecho», dijo en referencia a la labor de su amigo y compositor Sabino Méndez. También recordó un consejo del rockero francés Johnny Hallyday: «un día me dijo, cogiéndome la mano, 'loco, no dejes nunca de aprender ni de sorprenderte, que todo lo que agarres le pongas la misma ilusión que a tu primer disco y que todas las personas que pasen por tu vida sean personas que te aporten, que no te agarren las ladillas', así que yo cada equis tiempo echo insecticida, para que desaparezcan porque es algo frecuente en esta industria».

Lo próximo para Loquillo pasa por escenarios de teatros, «el sitio más grande que hay para mí porque mis giras de poesía contemporánea me ayudan a crecer. Nosotros hacemos una obra de teatro en esas sesiones de poesía, ese ejercicio de actor me encanta. En el momento en el que estoy anímicamente esa es una aventura excelente, así que ahí voy, siempre un paso por delante».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad